Jon Lucas y Scott Moore.
Quédense con los nombres. Son los guionistas de Resacón en las Vegas.
Ahora han escrito y dirigido una comedia magistral en donde son un grupo de madres las que se desmadran... ¡sin tener que ir a Nevada!
Mila Kunis es una madre moderna agobiada por intentar combinar su trabajo con las tareas del hogar. El día que un matrimonio algo precipitado se comienza a ir al carajo, decide que no puede más, que está intentando ser una madre perfecta y que ya es hora de relajarse y dejar que las cosas "fluyan".
Que sus hijos se preparen el desayuno, salir de marcha con las amigas, poner al estúpido jefe en su sitio...
En esta tarea se va a encontrar acompañada por un par de madres menos que perfectas cuyos hijos también van al mismo colegio.
Este es regido con mano de hierro por la fascistoide y aparentemente impoluta millonaria presidenta de la asociación de Padres, que interpreta una deliciosamente ODIOSA Christina Applegate.
Entre ambos grupos de madres, las malas y las buenas, se va a librar una cruel Y DESTERNILLANTE guerra de puntos de vista que cambiará para siempre a todas.
Mención aparte merece la interpretación que Kathryn Hahn hace de una madre divorciada, "pendón", barriobajera y fiestera, quizás un adelanto de cómo lo será la juventud actual cuando tenga hijos. Magistral.
En el bando de las malas también podemos encontrar a Jadda Pinkett, no menos implacable que su Fish Mooney en Gotham.
Una comedia MUY BIEN ESCRITA, actual, pertinente y que no por tratarse de un gran desmadre gamberro CON EL QUE YO NO PARÉ DE CARCAJEARME deja por ello de incluir muy necesarias reflexiones sobre la vida de estas mujeres.
Magníficas actuaciones. Hacer de personas normales CREÍBLES es a veces mucho más difícil que ser un extrarrestre o un dios nórdico...
¡¡VAYAN A VERLA!! Me lo agradecerán, dinero mejor gastado no hay.
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