Este tomo recopila los enfrentamientos setenteros de ambos personajes, desde un especial de mayor tamaño a algunos DC Comics Presents o un anual de esta misma serie.
A los historiadores y completistas de los cómics, a veces nos esperan sorpresas cuando conseguimos por fin leer aventuras largamente añoradas.
A saber, en esta ocasión, una divertida sorpresa por ver que la manera en la que se hacían los cómics en los '70 no pasaría hoy, AFORTUNADAMENTE, por muy profesional.
Para empezar con el histórico especial, emulando el tamaño y look del Superman vs. Spider-Man o el Mohammed Ali de Adams, Rick Buckler se encarga de imitar todo lo que puede (salvado, supongo, por el entintado de Giordano) al bueno de Neal.
Pero aunque se hinchase a fusilarle viñetas, las constantes peleas a puñetazos tienen sin duda el record de ser las peores coreografiadas de la historia. Las posturas que adoptan los cuerpos de los héroes y los planos escogidos, a base de tener que variar, acaban siendo surealistas.
Y luego está el simplón argumento: un mago busca que Tierra-1 y Tierra-S se destruya para absorver la energía resultante, para ello hace aparecer a Black Adam y al Superman de Arena. Mientras que Adam es un personaje que había reaparecido recientemente, y muy conocido entre las némesis del Queso Rojo, el Superman de arena hacía años que había aparecido. Lo gracioso es que lo introducen sin presentarlo en absoluto, suponiendo que el lector de este numero fuera de colección es todo un erudito en Superman.
Los enemigos suplantan a cada héroe y los enfurecen y controlan mentalmente para que se peleen entre ellos.
Luego llegan Supergirl y Mary Marvel que milagrosamente deducen quienes son los misteriosos villanos que se han hecho pasar por sus familiares.
El Capitán Marvel, aunque solo coincidió con Superman una vez, conoce la debilidad de este a la magia como si se hubiese empollado su ficha.
Y al llegar al climax, el villano hasta dice eso de: "No, no toques ese botón...", lo que Supergirl hace al dedillo, condenándolo al Limbo.
En fin, un cómic histórico y todo un MUSEO DE LOS HORRORES GUIONÍSTICOS, muchos de los cuales, por desgracia, aún encontramos hoy en día con excesiva frecuencia.
Y el resto de las aventuras, más o menos igual...
2 comentarios:
El mejor combate (o el más influyente) entre El Hombre de Acero y El Gran Queso Rojo fue la parodia de Kurtzman y Wood, SUPER DUPER MAN.
"El Capitán Marvel, aunque solo coincidió con Superman una vez, conoce la debilidad de este a la magia como si se hubiese empollado su ficha."
¡Venga Pedro, no menosprecies la Sabiduría de Salomón!
ESA
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