La llegada del dibujante Don Kramer a la serie supondrá, de facto el fin de esta serie.
Hoy ya ha desaparecido del mercado, pero su presencia en los años en que se mantuvo inexplicablemente allí resulta más increíble al repasar hoy en día esas páginas que solo pueden calificarse como relleno.
El culebrón superhéroico y los diferentes subagurmentos de Johns son claramente insuficientes para mantener el interés de la serie, y las geniales portadas de Pacheco no compensan por el terrible contenido que envuelven.
La nueva Crimson Avenger, a pesar de resultar misterioso y sugerente, nunca acabará por resultar popular, siendo olvidado cuando Morrison lance a sus propios Seven Soldier.
El rescate de Ma Hunkle (Red Tornado) como personaje demuestra que la mirada de Johns no pasa de los nostálgico y lo folklórico.
La siguiente saga, Black Reign, culmina los argumentos que convierten en anti-héroe a Black Adam, convertido en soberano de su país oriental y liderando un grupo de héroes "proactivos", una especie de Authority.
Sin embargo, aunque la propuesta de spin-off quizás hubiese sido interesante, la mayoría de sus miembros no sobrevivirán a la aventura.
Johns recupera también a otro personaje "inexistente" Spirit King, el asesino de Mister Terrific, otra maniobra que solo puede contentar a fans enciclopédicos que sigan la series desde dos o tres décadas atrás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario