Esto funciona así, señores: Los que llegamos con la Crisis (no te digo los que llegasen después) NO CONOCEMOS DC. Y para conocerla, pues hay que rascarse el bolsillo y comprar estas reediciones, aunque ahora ya está la cosa más sencilla con los Chronicle y Showcase Presents.
Pero cómics tan legendarios como la Legión sin duda merecen este, el mejor formato, para su disfrute.
Se inicia por lo tanto ya la etapa Levitz, aunque en este primer intento tenemos a un guionista que, aunque enamorado del grupo, aún seguía siendo poco más que un chiquillo que correteaba por los pasillo de DC.
Pero conditio sine qua non para escribir bien la Legión es amarla, y Levitz, como Cockrum antes, formaba parte de esos jóvenes que habían crecido a la par de los Legionarios adolescentes y por lo tanto los entendía como a su propia pandilla.
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Tras el paso de Cockrum por la serie, los artistas en esta ocasión, tan principiantes como el propio Levitz, dejan bastante que desear. Y luego tenemos al veterano Dick Ayers entintando. ¿Por qué? Pues lo dice Levitz en la introducción: Por que jugaba al poker con ellos. En fin, hay cosas que no cambian.
Sin embargo, Levitz comienza a poner en funcionamiento sus motores, y se nota su toque al convertir a Pulsar Stargrave, supuesto padre de Braniac-5, en ni más ni menos que el Brainiac original, enemigo de Superman. Lo de llevarse villanos del presente al futuro pronto daría muchos mejores frutos en la serie...
Por lo demás tenemos el histórico debut del Infinite Man en la serie, uno de esos personajes que, por tener relación con viajes en el tiempo, tan bien encaja en la serie.
Así que una de cal y otra de arena: Se disfruta mucho el ver a la Legión cuando aún eran comic de culto y no fenómeno de masas, aunque se echa de menos los artistas e ideas que la auparían al estrellato.
Y se disfruta a Levitz cuando lo que hacía era consagrar a la Legión en lugar de "cocerla en su propio jugo", que es lo que hace ahora.
Esperemos que al menos no hunda al grupo tanto como para que dejen de sacar los Archives de su primera contribución, hace la friolera de 35 años....
6 comentarios:
No imagináis la gracia que me hace cuando publico una entrada así y no la visita ni la comenta ni el mono de Braniac.
Pero eso si, pontificar sobre lo "bien" que va DC y como se conservan o no sus esencias, eso si sabemos.
Ja, ja, y JA.
¡Se os ve el plumero, chicos! XP
Pues tengo que decirte que, además de gustarme as usual, me encanta esa frase de "Los que llegamos con la Crisis (no te digo los que llegasen después) NO CONOCEMOS DC".Un abrazo
mi primer comic de la legión fue un número de zinco en donde brainy se pasa todo el número lamentándose de la muerte de supergirl. el gancho que me compro fue esa tremenda tapa de steve lighte en donde flotaba el cuerpo sin vida de kara. esto viene a cuento de que al conseguir la mayor cantidad de números de esa colección y releerlos los números de greg la rocke me parecieron que estaban bien, nada más ... pero en seguida volvió giffen (a la colección yo en cambio lo estaba conociendo) y un grupito de legionarios se fueron a pelear con el señor del tiempo ... obviamente como debes saber no todos volvieron enteros. es decir resumiendo que la mención al hombre infinito (o como se llame) me hizo acordar a esa tremenda batalla, bien coreografiada, escrita y dibujada, llena de guiños al lector, los cúales me sorprendieron aún cuando era un novato (ron vidar es el green lantern del siglo XXX!!!) y realmente creo que hoy por hoy no saben hacer comic de superheroe en soporte papel (y eso que todavía no tengo treinta años) saludos.
D.L.
Pues si, yo también conocí al Hombre INfinito en esa, su última aventura, y ahora por fin he podido leer su origen!!
Lo bueno de que estas series lleven tanto tiempo editandose y que aquí nos haya llegado tan poco, es que tenemos mucho margen para descubrir de donde vienen todas esas referencias a otras series que desconociamos y nunca llegaron a editarse en España, vía este tipo de ediciones.
Es algo estupendo para compensar las horas bajas que pasa DC desde hace la tira y dejarnos claro que las cosas se pueden hacer de muchas maneras, pero por desgracia no son tan baratas como la grapa de zinco de cuando eramos crios.
Se lee tu reseña, pero se lee más lo reseñado
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