lunes, 31 de mayo de 2010

SUPERHÉROES Y "SLICE OF LIFE" (II)

Hablábamos la semana pasada de lo importante de la representación realista del lado humano de los superhéroes para suspender la incredulidad en lo que respecta a sus proezas heróicas.

Un aspecto que hizo triunfar en su día a Marvel Comics, con Stan Lee y su Spider-Man a la cabeza.

Y hablando de cabeza, el artista que me vino rápidamente a la mía fue Adam Hughes y algunos de sus siempre magistrales dibujos.



En este pin-up queda poco menos que resumido el personaje de Spider-Man. Dibujos que cuentan historias. Destrozado tras una de sus batallas, Peter no ha hecho más que ponerse unas tiritas en la heridas y caer rendido sobre la cama, sin tiempo para quitarse el uniforme ni meterse entre las sábanas. El despertador es un ominoso recordatorio de lo fugaz del reposo de este guerrero, estando seguros de que pronto interrumpirá sus dulces sueños o, peor, dejará de sonar haciéndolo llegar tarde a algún ineludible encargo.

Pero es en la diferenciación de las novias de Peter donde Hughes brilla en su planificación. No basta con dibujarlas a todas, ni dibujarlas bellísimas, con unos más que sutiles E INTELIGENTES detalles, Hughes anima esas figuras como un hechicero que encierra en ellas toda la esencia de esos personajes. No son simples dibujos, son SÍMBOLOS, arquetipos.

Así tenemos a Liz Allan, con su collar y peinado caro, la chica pija del instituto en una foto saca del anuario (yearbook) del centro. Betty Brant, la secretaria, con un bolígrafo y dispuesta a anotar los últimos desvarios de J.J.J. Gwen, tras la que las hojas de los árboles evocan románticos paseos por Central Park en otoño. M.J., enseñando ombligo como buena gogo-girl y con una camiseta de New York, representando lo cosmopolita de la ciudad, que como ella, nunca duerme. Y sensual la Gata Negra, que se quita el antifaz pero prefiere a Peter con el suyo.



Esta ilustración, del año pasado, hace lo propio con las heroinas DC, diferenciándolas aún más sutilmente, pues casi todas comparten similares vestidos. Es una cuestión de actitudes, de personalidades expresadas en sus gestos y sus posturas. Selina, con el gato, pelo corto para estar cómoda en sus andanzas, y joyas, por supuesto. Barbara queda delatada por su silla de ruedas, pero también vemos que tiene su condición más que superada, sonríe divertida en una postura relajada. Zatanna, sombrero en mano, saluda a su público. Dinah, extrañamente sin sus medias de rejilla, si que enseña sus legendarias piernas. Kara (Power Girl) tiene un moderno peinado y un traje que homenajea su uniforme y muestras sus... encantos. El traje de Diana recuerda a una toga griega, mientras que los rizos de su peinado nos retrotrae a los de la época clásica, una cariátide en jarras, firme y desafiante. La joven Kara (Supergirl) sonrie entre pícara e inocente. Kathy es quizás el personaje más complicado de representar, pues apenas tiene historia. Hughes opta por hacerla vestir pantalones para indicar su condición sexual lésbica, junto con una postura más masculina y firme. Mari, modelo de profesión, sabe posar ante la camara. Su corte de pelo tiene algo de salvaje y animal. Pamela queda revelada fácilmente por las hojas en su cabello, que marca su aspecto vegetal, junto a las flores del vestido. El cetro de bufón delata a Harley, aunque el dibujante representa perfectamente la anatomia del diseño de Bruce Timm, y su particular relación con su amiga Pamela.



Un buen párrafo para describir un solo dibujo ¿no? Yo me atrevería a decir que cualquier dibujo del que no se pueda escribir todo esto habría que estamparle el famoso tampón de Jim Warren...

Pequeños detalles, inconscientes, imperceptibles, pero que diferencian a un artista de un pintamonas. No se trata de cuestiones meramente gráficas, de dibujo, sino ARTÍSTICAS, de diseño, de pensar.

No se trata de ponerles tetas muy gordas a las tías, como hacen muchos artistas "Image" y demás "neumáticos". Se trata de caracterizar UNÍVOCAMENTE.

Es por artistas como este por el que, al menos yo, le pido bastante a cualquier dibujante de comics. Una cosa es que los editores necesiten usar pintamonas por sus necesidades comerciales, y otra que nosotros los aceptemos o peor, defendamos. Hacerlo así es una falta de respeto al trabajo de los artistas de verdad como Hughes, que muchos de ellos, ni conocen ni se molestan en estudiar o emular.

Ea, pues si nos leen, aquí lo tienen. Man of Bronze, enseñando y divirtiendo.

6 comentarios:

PEDRO ANGOSTO dijo...

Eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeooooooo... ¿HAY ALGUIEN AHÍ...?

¿Es que no se ha entendido nada o que está todo clarísimo...?

¿Nada que añadir con respecto a Hughes...?

¿Algún otro dibujante que os guste en sus representaciones/caracterizaciones de personajes de manera realista/creíble?

¿Alguien que se atreva a poner verde a los centenares que no lo hacen...?

¿Alguna otra ilustración memorable que os gustaría compartir...?

¿Tenemos algún artista que nos siga y nos pueda iluminar al respecto...?

¿Hay vida inteligente ahí afuera...?

Sois muy vaguetes, chicos. Me abruma "la soledad del corredor de fondo".

¡Pues si está todo entendido, esta materia va para examen, AVISO! ;-))

Julian dijo...

Que sí, que estamos aquí.

Detalle maravilloso de la maravillosa ilustración de Hughes: allá donde Peter se ha puesto las tiritas, hay un agujero en la máscara. Eso es un dibujante que cuenta historias con un mero dibujo, y no sólo un tío que hace bonitos dibujos.

Mikel Janín dijo...

Yo creo que te pasas un poco dando caña a los dibujantes que no te gustan. Yo me voy a poner corporativista y a defender al gremio.
Obviedad uno: no es tan fácil dibujar como AH. A algunos nos gustaría tener su talento y hacemos lo que podemos.
Obviedad dos: dibujar cómics supone trabajar un montón, lo que dejando aparte el discutible talento de algunos profesionales, al menos merece (pienso yo) cierto respeto. Si la productividad de los dibujantes (trabajo realizado por hora dedicada) se exportara a otras profesiones, especialmente aquí, parafraseando a Alfonso Guerra, a España no la iba a reconocer ni la mare que la parió. Somos unos currelas, sí, 10-12 horas al día de lunes a domingo. Así que pido más cariño en tu blog para Steve Dillon y los otros, ea!
(Ojo que más o menos comparto tus gustos artísticos, eh?)
Saludicos!

PEDRO ANGOSTO dijo...

Trabajar, trabajan lo mismo los buenos que los malos.

Unos tienen talento, y otros no, unos logran resultados y otros no.

Todos son muy respetables, y seguro que excelentísmas personas, pero los que no sirven, respetablemente, QUE SE DEDIQUEN A OTRA COSA.

Vamos, que los editores deberían hacer que esos se dediquen a otras cosas, máxime cuando sabemos que hay otros artistas mucho más dotados que a lo mejor a día de hoy no tienen trabajo.

Si por poner el lápiz con la minra para abajo TODOS MERECEN YA RESPETO, estamos insultando a los que, además, saben hacer muchas más cosas.

Mikel Janín dijo...

Yo sólo digo que el trabajo duro merece algún respeto, no que no se pueda criticar el resultado.
En el caso de los dibujantes, las explicaciones habría que pedírselas al editor que contrata a un dibujante sin talento, no al dibujante por no tener el suficiente.
Pero bueno, si vas a enfadarte lo dejamos.
Saludos.

PEDRO ANGOSTO dijo...

El trabajo duro de los dibujantes no empieza cuando se sientan a dibujar, empieza mucho antes.

Leyendo comics, por ejemplo.

Estudiando y emulando a los grandes artistas del comic de superhéroes, por ejemplo.

A ver si ahora voy a tener que creerme yo que el sueño dorado de Steve Dillon ha sido dibujar los Vengadores y que le reza a Jack Kirby antes de irse a dormir todas las noches.

¡Yo no me enfado, allá cada cual con su vida y su conciencia!

El editor tiene la responsabilidad fáctica de contratarlo, pero los artistas tienen la responsabilidad MORAL de no engañarnos.

Si George Pérez no se mete a trabajar en comics Vertigo u ONI, no entiendo yo por qué los autores que trabajan allí si pueden quitarle el trabajo a Pérez o a los que dibujan como él.

Zapatero, a tus zapatos.