lunes, 24 de mayo de 2021

¿QUE DIABLOS VEMOS...? EL DIABLO EN EL CINE, por PEDRO DELGADO CAVILLA

A medida que la Iglesia Católica ha ido difuminando y liquidando la presencia de Lucifer en su Teología, negando hasta la existencia del Infierno, este -que ya se dijo que su mayor victoria era hacer creer que no existía- ha aprovechado para salirse del campo teórico e inundar nuestra realidad. 

No creo que quepa duda alguna sobre que vivimos en tiempos diábólicos -y no solo por las grandes novedades de esta editorial. Al menos las noticias que nos dan, muy angelicales no parecen.


Sea con sus viejos cuernos y tridente o por persona interpuesta, el Mal ha retornado al cine bajo mil formas. 

Cabe argumentar, con San Agustín, que sin "mal", sin obstáculos a superar, NO HAY HISTORIA QUE VALGA, y todo sería un aburrido cuadro en blanco que el negro no ha mancillado, pero tampoco ha dotado de significado. 

 El autor no solo está versado en cuestiones cinematográficas, sino que procede del campo de la parapsicología, y en su desenfadado y personal repaso a algunas películas del caído protagonista no faltan las menciones a los casos reales que las inspiraron.
    

Con mucha sorna en sus pies de foto, comenta los principales hitos de Satanás y demás corte infernal en distintos epígrafes que buscan abarcar todos los diferentes aspectos artísticos de esta figura central en nuestra cultura cristiana: 

Desde sus apariciones en el cine mudo de la mano de Méliès hasta la más reciente serie de Alex de la Iglesia, 30 Monedas, acertadísima en destacar que, desde su trono en el inframundo, el Maligno cuenta con peones en las más altas e inesperadas esferas.
   

Las Brujas de Salem, íncubos y súcubos, Buñuel, Illuminati, el cine español y su censura, el folk-terror,Fausto, los animales diabólicos, demonios internos, gárgolas, los descensos a los Infiernos, exorcismos, la animación, el cine de américa latina, los videojuegos, ángeles caídos y aquellos diablos que no llegaron al cine.

Y como ven en las ilustraciones, no faltan los grandes clásicos de este subgénero que tantos sustos nos ha dado.
   

Como digo, el diablo, aún como símbolo, pero sobre todo como personaje -que eso son los personajes, símbolos de partes de nuestra propia consciencia- es el más importante en nuestra ficción y en nuestro día a día, y conocer como el Noveno Arte lo ha reflejado quizás nos ayude a escapar de sus "asechansas", que cantaban Les Luthiers. 

 ¡Y por otro lado, con que solo lo compren sus incontables partidarios -"esos que ustedes saben". que decía Chicho-, este libro se convertirá en SUPERVENTAS!

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