En este caso, el escenario es un pueblecito de pescadores, uno que sabemos que se repetirá en obras más conocidas.
Como se repetirá el que el mar escupa monstruosas criaturas abisales, como en este caso, donde una suerte de Leviatán es pescado por los marinos locales, y luego expuesto.
Claro que no contaban con que la mamá del retoño viniese a defender a su cría, como lo hacen todas.
El relato concluye con una escena que bien pudiera estar inspirada en el final de "El Flautista de Hamelin", con el monstruo ejerciendo una hipnótica y fatal influencia sobre los pobladores.
El cazador cazado, y Lovecraft retorciendo solo un poco la naturaleza para mostrarla horriblemente grotesca y hostil.
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