La nueva serie, como era previsible, se lee más como un cómic de Spencer que de Hickman. Muy similar a los descafeinados números anteriores a Infinity que ya cocinaron al alimón.
De hecho, Spencer incluso se trae sus ideas sobre AIM desde la serie de Secret Avengers.
El dibujo de Caselli, aun siendo de lo mejorcito que tiene ahora mismo esta franquicia, fluctua extrañamente de más a menos cartoon, indicando que aunque lleva muchos años en Marvel sigue siendo un autor que busca su camino.
Y hablando de autores que aún no están maduros, la escena que a mi más me ha llamado la atención es una que reúne en Madripoor a Wolverine, Black Widow y...Falcon.
No se si estaría en la intención del autor, pero hombre, a poco que Caselli haya leído, la escena pedía a gritos un remake o un guiño a "Knights of Madripoor", la famosa portada e historia de Claremont y Lee.
Lo cual nos devuelve, como siempre al asunto de cuanto peso específico le restan a los cómics actuales el que sus creadores no hayan hecho unas lecturas más que básicas.
Por no hablar de que en aquella historia La Mano buscaba hacerse con la joven Natasha Romanov por que ella poseía un gran potencial para liderarlos, esto es, para convertirse en "Dark Elektra".
Un argumento olvidado que podría dar para un a buena historia.
Desde luego, mejor que la de este número.
No hay comentarios:
Publicar un comentario