Primero, por que Morrison hace su particularísima revisión de la historia de los superhéroes, con una prosa mordaz que ya quisiera poseer en más de la mitad de sus obras.
Aunque la mayoría de los datos que maneja son vox populi, contados por el adquieren un nuevo sentido más moderno, y puntualmente tiene reflexiones personales que son brillantes y a la vez os arrancarán una sonrisa.
Pero el libro excede el repaso a la historia de los superhéroes para constituir también un repaso a la propia vida de Morrison, y al papel que en esta han jugado los cómics, tanto los que ha leído -que no son TODOS, no creáis- como los que ha escrito.
Y aquí es donde el libro casi inaugura un nuevo género literario, en el que realidad y ficción (y realidad alterada por las drogas...), se mezclan para componer un relato novelesco en donde Morrison es a la vez autor y personaje.
Queda patente la importancia para triunfar en esta industria y en la vida de crearse un personaje y hasta creérselo.
Morrison se convierte a través de sus obras en un superhéroe, viste como un superhéroe, habla con aliens como un superhéroe, lucha contra demonios como un superhéroe. Sus aventuras no dejan atrás a las de Alan Moore con la Alta Magia, aunque él, por formación, tire más a la ciencia-ficción y el cyberpunk.
Y así, la reflexión que queda es la de los cómics de superhéroes como una BÚSQUEDA DE IDENTIDAD, una construcción de la propia persona a través de lo que vemos en las viñetas, desde lo moral -confiemos- hasta lo físico.
Morrison, como todos los humanos, busca dar sentido a su vida, y consigue acabarla en todo lo alto, a pesar de que el final coincide con su etapa actual en DC Cómics, que si bien le ha dado relevancia ha carecido en muchas ocasiones de ese sentido que el guionista quiere encontrar.
Pero parece que lo ha logrado. Y en eso, más que en sus guiones o su carrera, es un modelo -humano- a seguir.
Si uno tiene pasta para tanta droga, claro... ;-)
4 comentarios:
Este ya viene puesto de casa en muchos aspectos. Interesantísimo libro, tiene puntos en común con LA DANZA DE LA REALIDAD de Jodorowsky, en cuanto a que en ambos los autores hablan de su vida y obra, siendo ellos su "obra" más destacada. Afortunadamente, Morrison no tiene esos toques de libro de autoayuda de la obra del chileno.
Si, ciertamente su enfoque tiene mucho de psicomagia.
Creo que a más de un aficionado que yo me se le debe reventar que los mejores guionistas de cómics sean a la vez gurús espirituales... ;-)
De acuerdo con todo, menos en lo de "Y aquí es donde el libro casi inaugura un nuevo género literario": lo que hace Morrison aquí existe desde el "Quijote", nada menos.
Por lo demás, buena reseña y mejor libro. Absolutamente recomendable, hasta para los detractores de Morrison (entre los que NO me cuento).
No te falta razón.
Por lo de inaugurar me refiero a que ahora se usan superhéroes en vez de novelas de caballerías.
Es esa nueva era a la que el propio Morrison se refiere.
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