Interesante artículo que rememora los tiempos en los que las portadas de DC eran verdaderamente sorpresivas y extrañas y te impulsaban a comprar los cómics para saber que había dentro SIN NECESIDAD DE ESTAMPAR PALABROTAS EN LAS PORTADAS.
Un elogio a la imaginación de Schwartz y Weisinger, una DC que hoy aparece olvidada y lejana, muy lejana.
1 comentario:
Es un pesimo guionista.Que quieres que te diga,yo deje de leer comics gracias a el...
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