Una heroína, abandonada a su suerte o solo relacionándose con sus villanos, mostrará una única faceta, de oposición a estos.
Mientras, el trato con otros personajes, secundarios o protagonistas no ayuda a expresar distintas facetas de nuestro ser: junto a ellos, de manera natural, nos "sintonizamos" y descubrimos reflejados, nuevas facetas de nuestra realidad, otra manera de enfrentar al mundo que algunos tenemos la facilidad de asimilar al instante, enriqueciéndonos con ello.
En la singularidad de cada cual, somos la suma de quienes nos han rodeado, en lo bueno, y en lo malo.
"No es bueno que el héroe esté solo".










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