viernes, 8 de septiembre de 2023

YABBA DABBA DOO! ADRIÁN ENCINAS NOS "ABRE LA PUERTA" DE NUESTRA NIÑEZ

Como tantos magníficos libros sobre la cultura popular del siglo pasado, los personajes de Hanna-Barbera han pasado ya de nuestro Olimpo al Tártaro de las generaciones presentes, que si acaso los conocerán por alguno de los intentos de rescate de estas propiedades que, como toda franquicia, los propietarios se ven obligados a hacer cada cierto tiempo tan solo para mantener el copyright y de paso vender algún pack de blue-ray a los nostálgicos.
    

Entre las páginas de este libro no solo se encuentran la legión de personajes cartoon de la productora, sino muchísimas otras que ni siquiera llegaron ya a nuestras pantallas. 

 Oscurecidos ahora por la omnipotente presencia de Disney, para los niños de los años 70 y 80 formaron parte indisoluble de nuestras meriendas y fines de semana.


Si uno gozase de "tiempo elástico" revisitar genialidades como los Picapiedra, esa versión troglodita de las familias nucleares nos haría descubrir mil y un detalles en ellas que entonces nos pasaron desapercibidos pero que seguramente encandilaban a nuestros padres y abuelos (aunque aun ellos, probablemente, no los apuraron del todo).
   

La lista de series, largometrajes y especiales es exhaustiva e incluye favoritos de cualquier posible lector, de Tom y Jerry a Pepe Pótamo -y su supergrito huracanado- pasando por los legendarios Autos Locos, que acabaron formando el primer "universo compartido" de la productora.
   

Lo cual me trae a la cabeza la rabia que nos daba ver como reaprovechaban metraje en los episodios, no digamos ya la de veces que nos los habremos visto repetidos...¡Más que los de Cosas de Casa y el Príncipe de Bel-Air!

Para los que, como nosotros, disfruten de los superhéroes, solo ver impresos los diseños de Alex Toth para Fantastic Four, la serie de los Superfriends -que reunía a los héroes DC y fue creciendo sus diferentes temporadas- o los personajes creados por la propia productora, como Blue Falcon o el legendario Space Phantom es razón ya para adquirir el volumen.
    

A cuenta de la serie Scooby-Doo concluimos como reflexión que personajes como Velma han tenido una segunda o tercera vida como iconos sexuales en cosplays y arte erótico, demostrando que aquellos pre-púberes espectadores ya han crecido, y sin embargo, hay partes de su niñez de las que no están listos para desprenderse aún.

No hay comentarios: