CHADWICK BOSEMAN: "¡CUANDO EL CREADOR LLAMA...!"

Ayer nos acostábamos con las redes sociales celebrando el aniversario de Jack Kirby, y hoy nos hemos levantado con la triste noticia del fallecimiento del actor que, interpretando a uno de sus personajes, consiguió llegar a una mayores alturas, si no creativas, ciertamente sociales y de éxito, Black Panther.

En la eterna búsqueda de sentido que anima y define al ser humano, no creemos que haya sido casualidad.

No es la primera ni la última vez que actores que encarnan personajes surgidos del Otro Mundo, del mundo de la Imaginación, ven sus vidas imprimidas por esos caracteres, como si su trabajo al materializar la Fantasía los hubiese sometido a una theosis, una divinización donde han dejado de ser meramente humanos para albergar los cósmicos arquetipos que sus personajes siempre, en el fondo, representan.

Jack Kirby basó la mitología de Wakanda en Las Minas del Rey Salomón de Haggard, también autor de Ella; una historia, la de la Inmortal Hechicera del aún más mítico reino de Kor, Ayesha, que precisamente tiene su tema central en La Muerte, no tanto la física como la espiritual: Cual es el sentido de la Vida y qué ha de ocurrir para que culmine nuestro paso por este Valle de Lágrimas.

La inmortalidad de Ayesha, lejos de ser una ventaja, es una condena, que la ata al mundo físico mientras su ciclo kármico no culmine con la reunión con su reencarnado amante.

J.R.R. Tolkien tomó precisamente de Ayesha la figura de la Galadriel, y en una de sus contadas entrevistas dejaba claro que idéntico era también el tema de su obra magna, El Señor de los Anillos, La Muerte, como nos indican sin ambages los versos que lo abren.

Para Haggard y Tolkien, la Muerte no era una tragedia que acaba con el ser humano, sus obras y su sentido, condenándonos a ser un Error Cósmico, sino una LIBERACIÓN, un don que conmuta nuestra pena y nos otorga la libertad del reino material para regresar a las regiones espirituales de las que provenimos antes de la Caída.

Así que imaginamos a Chadwick andando ya sereno por las Llanuras de los Ancestros, recibido de la mano, como dice en Civil War, por las diosas Sekhmet y Bast.

El, que también encarno ni más ni menos que al Dios Thoth, figura fundacional del Hermetismo, no nos cabe duda que de sobra conoce las palabras mágicas que, tal como reza el Libro Egipcio de los Muertos, son necesarias para atravesar las muchas barreras que separan nuestro mundo del feliz Oriente Eterno donde reina el inmortal Osiris, y vencer a sus terribles guardianes.

No nos parece casualidad pues, que personaje y creador se reúnan ahora en una Wakanda Celestial en donde el grito de guerra de su pueblo cobra por fin completo sentido: FOREVER.

El Creador ha llamado y, levantada la terrible barrera que alzase Galactus, Black Panther ha respondido, con la presteza y solicitud de un heraldo.

Así nos lo muestra AVENGERS ENDGAME: Atravesando el primero de todos los portales que, tras lo que parecía una derrota definitiva, transcurrida la batalla de Armageddon, se torna en la REDENCIÓN FINAL de la imperfecta creación y en un nuevo renacer.



Es esa ESPERANZA, no se engañen, y no cualquier otra cosa, la que nos hace emocionarnos al escuchar estos acordes.

La ANÁMNESIS platónica, el eco, en nuestro mundo imperfecto, de que ni Thanos ni su amante la Muerte son en realidad eternos ni triunfadores.

Nosotros, que tan a menudo nos creemos personajes mal escritos obra de un dios menor, nos regocijamos hoy esperando que nuestro "Jack" nos acoja al cumplir la hora con idéntica, sincrónica y plena "puntualidad".


"El último enemigo en ser derrotado será la MUERTE..."

1 Corintios 15:26