lunes, 6 de julio de 2015

20.000 LEGUAS DE VIAJE SUBMARINO

Supongo que lo primero que hay que decir es que este es un libro que solo podría haber sido escrito por un amante del mar como era el propio Verne, quien a menudo navegaba y contaba con su propio barco y tripulación.


A renglón seguido debemos añadir que el afán didáctico y enciclopédico de Verne, por boca del Profesor Aronnax, apostillado por su fiel "Consejo", que enumera y describe lo que serían todas y cada una de las especies animales y vegetales marinas conocidas en los Siete Mares por entonces, con su clase, subclase, género, familia y especie, etc, etc, etc... son muy oportunas para rellenar espacio y entregar capítulos más amplios pero constituyen un serio obstáculo literario para el lector de un libro que se supone de aventuras.


El libro se resiente hoy en día de su original publicación episódica que delata que fue víctima de su propio éxito, y que Verne iba añadiendo capítulos -y especies marinas- según se las demandaba el editor, con los personajes siempre a punto de revelarse y escapar del Nautilus pero relegándolo todo hasta, claro, el proverbial penúltimo capítulo...


¡El Nautilus! Ahí si triunfa Verne al apabullar con detalles técnicos y "científicos" al lector que nos hacen creer que semejante proeza de la ciencia pueda ser posible, sintiendo nosotros como funcionan todos y cada uno de sus mecanismos.

No solo se trata de un submarino, sino que el vehículo "mágico" parece tener la capacidad de poder escapar de cualquier circunstancia que se le presente. Un auténtico "todoterreno" donde siempre queda una maravilla por descubrir.


Y para maravilla, su biblioteca, con 13.000 volúmenes, su galería de pintura o su incomparable museo del mundo submarino. ¡Ríete tu de su heredera la Entreprise!

El Nautilus más que una nave es el refugio definitivo del fan -o el freaky, según se mire- definitivo.

Nemo acumula libros como nosotros, y no le hace falta nada más. La identificación con los lectores es inmediata.


Las exploraciones submarinas de Nemo y sus forzosos pasajeros se dividen entre lo que para nosotros ya es mero submarinismo, y los episodios donde la narrativa de Verne se vuelve fantástica, como la base en el interior de un volcán, la ostra gigantesca con su perla millonaria, la comprobación de que en este mundo la Atlántida no es un mito sino que yace sumergida bajo las aguas del Atlántico, la conquista del Polo Sur o la postrer lucha contra el Kraken.


Todos estos episodios fantásticos, encabezados por la visita al continente sumergido ofrecen otra nueva e interesante lectura del libro, conociendo las inclinaciones esotéricas de Verne, que fue miembro de la Golden Dawn:


Así, ese "Capitán Nemo" vendría a ser un trasunto actual de NADIE, de ULISES, y su viaje submarino es el viaje del héroe a su PATRIA ORIGINAL, su mítica Ítaca, sumergida en el Inconsciente.

Nemo, que rechaza los Continentes y con ellos quizás la realidad material, encuentra Oro y misteriosos metales en el fondo del Mar, en el interior del Volcán, que es la Fragua de Vulcano, en un Reino espiritual que toma para sí, como esa -ahora lo sabemos, imposible- conquista del Polo Sur.

No falta pues una lectura alquímica de estas aventuras.


Es curiosísimo el episodio en que Nemo, que ha rechazado todo lo terrestre y se viste, alimenta y obtiene todas las materias del Nautilus del Mar, defendiendo todas sus criaturas, se lanza sin embargo a cazar cachalotes, a los que tilda de criaturas demoniacas y destructivas.

¿Estamos quizás ante una referencia al Behemont bíblico, la ballena que traga a Jonás o Gepetto...?



Concluye Verne la narración sin revelar nada firme del misterioso personaje, defensor de la libertad y los oprimidos, combatiente de varios países, melancólico organista.

Verne apunta unas sugerentes menciones a la obra de Poe, a su Maelstrom y al viaje de Arthur Gordon Pym.


En ellas se basarían Roy Thomas y Randy L'Officier para convertir a Pym y Nemo en una única persona, dentro del cómic mitológico-creativo Young All-Stars, donde varios superhéroes de los años '40 acabaron revelados como los hijos y herederos de personajes de la literatura y el Pulp.

Tendremos que leer las continuaciones, La Isla Misteriosa y La Esfinge de los Hielos, para ver si casan con lo establecido y que nos revelan de Nemo....

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Que te parece la adaptación de 1954, la de kirk Douglas y James Mason?

Un saludo

PEDRO ANGOSTO dijo...

Hace muuuucho que la vi, pero creo que resumen el libro de una manera bastante decente. Como digo, leerlo es bastante farragoso.

PEDRO ANGOSTO dijo...

Hace muuuucho que la vi, pero creo que resumen el libro de una manera bastante decente. Como digo, leerlo es bastante farragoso.

AlmaOscura dijo...

Bueno, en realidad cualquiera de las novelas, que componen los "Viajes Extraordinarios", son " bastante farragosas". Y como bien apuntas en este artículo, mucha culpa es de Jules Hetzel, su editor.
En mi humilde opinion, Capitán Nemo, es de los mejores personajes literarios de todos los tiempos.
Debo apuntar también, que la pertenencia de Verne, a cualquier "sociedad secreta", de momento no esta totalmente probada. Cierto que quizás coqueteo con alguna, pero ello quizás sea debido a sus amistades y conocidos.
Enhorabuena por este artículo. (En realidad cuasi todos)