CATÁSTROFE EDITORIAL EN MARVEL: STEPHEN WACKER SE MUDA A LA DIVISIÓN DE ANIMACIÓN

No os he querido dar el disgusto en Navidades, elegante que es uno, pero la triste realidad es esa: El mejor y más premiado editor Marvel abandonó su puesto como editor el pasado día 31 de Diciembre.

Es parte de una reestructuración editorial de Marvel que ha dejado ir a Lauren Sankovitch, asistente de Brevoort durante bastantes años, y ha recolocado a Bill Rosemann en otra división diferente a la editorial.

En concreto, Wacker se traslada a la división de animación de Marvel. Un movimiento estratégico que puede ser muy inteligente para el conglomerado empresarial de Marvel, pero que sin duda empobrece su producción de cómics.

Y es que, desde que abandonó la DC de Didio por su "persecución" de la serie 52, que dejó a la mitad, Wacker no solo se ha probado como un buen editor, sino uno que ha sido crucial para el actual "renacer" de la editorial y su dominio al menos creativo de la industria.

Entre las "hazañas imposibles" está el devolver a Spider-Man a sus raíces a través de la etapa BRAND NEW DAY. Polémicas como pocas por el cambio de continuidad que la precedió y que erradicó el matrimonio de Peter y Mary Jane. Wacker supo coordinar un equipo de guionistas que recrearon el mundo y el sentir de Spider-Man como no se veía desde los años '80.

Posteriormente, ya con Dan Slott como único escriba, ha conseguido llevar a Spider-Man de nuevo a los primeros puestos de ventas. Y el invento funciona tan, tan bien, que hasta se puede quitar a Peter Parker y sigue rodando como si nada. Cosas así solo las ha conseguido Brubaker con su Captain America.

Pero es que, más allá de conducir a la perfección a personajes, como es el deber de TODO EDITOR, Wacker ha acabado destacando por su capacidad de crear ÉXITOS DE CRÍTICA.

Junto a Mark Waid ha devuelto también a Daredevil una nueva vida, más allá de la sombra de Miller y sus ninjas, demostrando que si bien fueron grandes aportes, el tono derrotista de los últimos años no tiene por que ser el único.

Fundamental también la elección de artistas como Rivera, Martín o Samnee que no solo dibujan a la perfección sino que saben conjurar una atmósfera, un estilo, una manera de hacer las cosas para cada personaje.

Todavía más obvio ha sido en el caso de Hawkeye, donde la manera de narrar las cosas de Aja ha convertido al cómic en uno de los pocos de Fraction que no son descartados inmediatamente por los aficionados. ¿Por qué? Por que no es Fraction, es Fraction EDITADO por Wacker.

Y así podríamos seguir con el nuevo Moon Knight de Warren Ellis, que también ha llegado a iniciar.

Nos queda por tanto la incógnita de en que manos recaerán sus series, que alcanzan algunas como los Guardianes de la Galaxia.

Su marcha deja a Marvel con la única figura editorial notable de un Tom Brevoort al que ciertamente se nota sobrecargado de trabajo, no tan eficaz ni tan profundo como eran antes, en los tiempos de Busiek y demás. Y un editor que no tiene, me temo el mismo gusto para escoger a los artistas de sus títulos, eligiendo en ocasiones dibujantes nada apropiados y/o capaces.

Se pierde por tanto un enfoque creativo único y un enorme impulso editorial, que ha producido los mejores cómics del mercado en el último lustro. Lo último que le hacía falta a una Marvel cada vez más anquilosada y corporativizada.

Entendemos en parte el cambio, puesto que la animación tiene mucho mayor alcance que los cómics actuales, y ciertamente, a la inversa de Warner, la animación Marvel es tan infantiloide y fracasada como las películas de los personajes DC.

Esperemos que cambien las cosas y Wacker sea el Paul Dini de la Marvel. Dini, por cierto, trabaja en esa división, aunque poco se nota.

Pero ante los cómics Marvel, comenzando por las nuevas aventuras del esperemos pronto retornado Peter Parker se abre una ENORME incógnita.

Los buenos editores, los EDITORES, son rara avis en la industria actual. ¡A saber cuanto tardará en destacar el siguiente y si nos aguantará la paciencia hasta entonces!

Le damos las gracias por sus servicios, y tantos buenos ratos que casi han salvado nuestra afición hasta el día de hoy. Pero este tipo de trabajos no se debería permitir abandonarlos hasta haber educado a un digno heredero...