Ha tenido que "morirse" Bruce Wayne para que Batman & Robin vuelvan a actuar por fin en equipo.
El que el sidekick original gozase de su propia serie había reducido a puntuales cameos sus apariciones en las series del Murciélago.
Así que, aunque la dinámica ha cambiado totalmente, es un gusto ver al mocoso de Damian pretendiendo "ser califa en lugar del califa" y tentar la paciencia de Dick Grayson bajo la capucha.
Morrison incluye bastantes homenajes que únicamente los muy aficionados a Batman podrán localizar. Por ejemplo, el cierre de la mansión y la Batcueva, y el traslado al penthouse de la Fundación Wayne, paso que en su día diera Bruce cuando Dick se marchó a la Universidad.
Geniales también las reflexiones de Alfred sobre Batman como un papel de teatro, mientras el devoto de Shakespeare sostiene la capucha cual calavera de Hamlet.
Del primer arco sin duda nos queda el Profesor Pyg y su Circo de lo Extraño, unos personajes subrealistas que encajan perfectamente entre los dementes habitantes de Arkham Asylum, y que además acarrean todo un subtexto sexual, fetichista, de identidad y modificación corporal, y retorcido que los convierte en una moderna encarnación del MAL, elevando el peligro en esta nueva etapa de aventuras. Lo dice Robin: "Acabas de redefinir incorrecto".
Por desgracia, todas estas nuevas energías se diluyen con la llegada de Phillip Tan para el segundo arco. Tan inapropiado como lo fue Tony Daniel en Batman R.I.P., Tan es un dibujante cuando menos inmaduro, que esconde o intenta esconder lo que no sabe dibujar, y que usa una misma textura artificial para todo lo que dibuja.
Tampoco es que sea muy acertado rescatar a Capucha Roja en este nuevo mundo. Un personaje que ha experimentado cambios y cambios de dirección no es la conexión al pasado ideal.
Salvo si la intención de Morrison es llamar la atención sobre quien se ocultaba -que no se oculta- bajo la Capucha Roja, y también bajo la identidad de Oberon Sexton...
Genial sin embargo es que Jason someta a los héroes a la votación telefónica que en su día acabó con su vida. Morrison incluso recuerda que el Jason Todd original era pelirrojo, saltándose a la torera el segundo origen, post-Crisis, de este personaje. Pero su versión de Red Hood sigue sin convencer o estar a la altura de las otras amenazas creadas.
El tomo se completa con algunos rediseños posibles para el traje de Dick, que lo hubiera individualizado más.
En cualquier caso, estamos ante un status quo temporal y lo mejor de la serie va a ser precisamente el camino al retorno de Bruce, cuando en lo gráfico, Quitely sea acertadamete sustituido por Frazer Irving.
2 comentarios:
Hay algo que me gustó mucho: los mejores villanos de Batman son aquellos que constituyen un reflejo distorsionado del héroe, así que es muy apropiado que Dick "flying" Grayson se enfrente en su primera escapada como Batman a una siniestra troupe circense.
Jo, cómo se ha pasado el dibujante con el Robin de la primera imagen, parece Stewie Griffin :DDDD
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