Los diseños están realizados por su gran descubrimiento para la serie de Daredevil: Chris Samnee, combinando a la perfección el mundo de Steve Ditko con la estética actual de las películas de Spoidey en el MCU.
En la escuela, no encontramos a Flash Thompson ni Liz Allan, sino que Peter comparte aula con Niko Minoru -futura hechicera de los Runaways- y con un joven que, en el transcurso de la temporada se convertirá ni más ni menos que en Tombstone, haciéndose así eco la serie de las más recientes etapas que lo aupan a ser la némesis del personaje.
Y hablando de ellas, si en el MCU Spider-Man es apadrinado por Stark, en esta serie ocupa su lugar un Norman Osborn tornado en afroamericano, y que le diseña los nuevos trajes como lo ha hecho en la susodicha etapa escrita por Zeb Wells.
El argumento de la primera temporada situa también al Doctor Octopus, ex-empleado de Osborn -como en Ultimate- vendiendo tecnología a pequeños villanos que son los que enfrenta el héroe en formación en cada episodio.
En Oscorp, donde Peter trabaja como interno, encontramos al viejo Prof. Smythe, pero también a otros nuevos talentos como Amadeus Cho y una nueva versión de la "Doctora Connors".
Todo ello salpicado de apariciones de otros héroes Marvel como Daredevil -que ya le avisa que en Oscorp no es oro todo lo que reluce- o Iron Man.
Un Scorpion líder de la banda latina se alza como el gran oponente de esta etapa.
Con todo, un relanzamiento de los más canónicos que hemos visto y que ya prepara la llegada de nuevos personajes para la siguiente temporada.
El estilo de animación es muy original y puede que no del agrado de todos, pero queda compensado con creces por la calidad de los guiones y los desarollos de todos y cada uno de los personajes implicados.
La recomendamos efusivamente para nuevos y viejos aficionados al trepamuros.
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