En ese sentido, si uno debe comparar ambas series, como adaptación la japonesa le da mil vueltas a la americana.
En ella, en un tono eminentemente adulto y violentísimo en el que el director se recrea, este no hace más que versionar a su vez el tono y los personajes de Guardians of the Galaxy, incluyendo el líder dudoso (Flagg/Starlord), la doña verde mortal (La Novia/Gamora), la Mascota Traumatizada (Weasel/Rocket Racoon), el grandullón medio tonto (Frankenstein/Drax), la alien ingenua (Nina/Mantis) y el mercenario rebelde (Doctor Phosphorus/Yondu) y el bicho de una sola frase (G.I.Robot/Groot).
Hasta la localización es análoga a Isekai, mutando la dimensión fantástica medieval por una república ex-soviética de cuyos tópicos el autor hace, una y otra vez, mofa y befa. A quienes bayan buscando "superhéroes" haciendo gamberradas hiperbólicas, sin duda, les encantará. Pero Gunn queda definido por ella y sus anteriores producciones como un "one trick pony". Sin embargo, poco interesado en la trama principal, el autor obtiene sus objetivos al desarrollar las historias individuales de sus protagonistas. Todos ellos, personas traumatizadas que se convierten en "monstruos" muy a su pesar y que, a su peculiar manera y guiados por sus profundos traumas, hacen "el bien", pero solo como "víctima colateral". Para los que quieran conocer una adaptación de los verdaderos Creature Commandos, soldados monstruosos de la Segunda Guerra Mundial, existe un excelente corto de la DC Animada de Timm, también con la aparición del Sgt. Rock. No es por lo tanto la mejor tarjeta de presentación para el responsable de reflotar el Universo DC, un autor muy eficaz pero en un campo, el de los héroes a su pesar, que no corresponde precisamente al grueso de superhéroes de la productora. Por lo demás, aunque las menciones al resto del DCU son mínimas, ya suponen una pesadilla para coordinarlas con futuros estrenos, si es que se llegasen a producir más allá de su Superman, que a pesar del perrito tan mono, aún tiene que convencer a gran parte del público, Snyderfans a la cabeza. Esperamos, con algo de pereza, la segunda temporada de lo que parece que será más de lo mismo, mutando algun personaje por otro rescatado del Suicide Squad y confiamos que el productor aprenda que las adaptaciones DC han de ser, mayormente, para todos los públicos.
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