Me he llevado una agradabilísima sorpresa con este relato de Dumas que sitúa la acción en una centroeuropa dieciochesca entre guerras.
Castillo, señores, ejércitos, damas, reinas, idiomas que no se han aprendido... Todo contribuye a descubrir unos fantásticos y olvidados mundos y escenarios con ese plus que le da la realidad histórica.
El argumento nos presenta a una princesa exiliada que es recogida en el castillo donde dos hermanos, uno violento y lanzado, otro callado y juicioso, se disputan su amor.
Y, como guinda del pastel, al final el relato nos sorprende con una historia de vampiros, que se vuelve tanto más terrorífica cuanto más la hemos disfrutado hasta ese momento.
Una pequeña joyita que invita a leer más sobre esos rincones de la historia de Europa en donde los no-muertos pueden sorprendernos al volver cualquier página.
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