Ya sabéis que a mi, que me enamoré hace muchos años de los New Mutants, este grupito de alumnos mutantes me resulta bastante cargante.
Pero intentando ponerme en lugar de un nuevo lector, poco o nada hay en este número para caer prendado, sea de Wolverine, de los X-Men o de los mocosos de marras.
¿Pues no resulta que el intríngulis del número consiste en mostrar que Quentin Quire (que fue presentado como con 22 años y ahora parece que tiene 13) tiene en realidad corazoncito y anda llorando por las esquinas..?
¡Pero si su atractivo consistía en ser un punk iconoclasta!
No hay especial presentación de los personajes, recogidos de la serie recién cancelada. No hay oponente a la vista. No hay desarrollos de personajes (salvo la herejía mencionada).
No será culpa de Latour, pero habrá que ver si Mike Marts, nuevo editor mutante, le sabe dar más brío a esta serie, herencia de Nick Lowe.
Asrar bien, pero deslucen los dibujos contando 20 páginas de...nada.
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