miércoles, 19 de octubre de 2016

EN LAS MONTAÑAS DE LA LOCURA, POR H.P. LOVECRAFT

Esta novelita es uno de los más largos relatos de Lovecraft y fue diseñada como un ambicioso mapa argumental para su Universo, uno que finalmente se quedaría en eso, en un apunte, debido a su prematura muerte.


Hay que comenzar por señalar que uno de sus orígenes es ser una posible continuación de la inconclusa Narrativa de Arthur Gordon Pym iniciada por Poe y que que ya Verne había concluido a su manera en La Esfinge de Los Hielos.


El argumento versa sobre una expedición geológica en busca de restos fósiles a la Antártida, procedentes de la Universidad de Miskatonic que acaba topándose con unas Montañas aún más grandes que el Himalaya en el que hayan los ciclópeos restos de una ciudad erigida hace millones de años por una civilización extraterrestre, los Antiguos, que había colonizado la Tierra.


Como hemos visto en tantas y tantas ocasiones anteriores, se trata en síntesis de una reelaboración por parte de Lovecraft de su relato The Nameless City, aunque en esta ocasión el hallazgo arqueológico va a ser inmenso y mucho más detallado, debido a que estos seres han dejado una crónica de su pretérita historia en la decoración de las paredes de su ciudad.

En la década de los 70, Von Daniken populizará la idea de pasadas visitas de extraterrestres "recogidas" en el arte y los mitos de antiguas civilizaciones.


Para este relato, la mitología lovecraftiana con Cthulhu a la cabeza MUTA de nuevo, reinterpretada no como seres extradimensionales primigenios sino como invasiones extraterrestres que se enfrentan a los ya establecidos y "benéficos" Antiguos.


En realidad, mito y ciencia, sueño e historia, dioses, criaturas ancestrales y seres cósmicos vuelven a estar enmarañados e inseparables: Las propias Montañas pudieran hallarse en realidad dentro de las Dreamlands y estar compuestas de la misma sustancia onírica que ellas, así de fantasmagóricas aparecen.

El narrador no deja de citar los Manuscritos Pnakoticos, que sabemos que se originaron en una de las Ciudades del Sueño, así que la interacción de ambos aspectos de la realidad es constante en este relato, como lo es en el resto de la obra de Lovecraft.


La brillante idea narrativa de Lovecraft es adaptar un lenguaje absolutamente científico para narrar los eventos, sobre todo en la primera parte de la novela.

Uno puede dudar de un asustado romántico borracho de absenta perseguido por fantasmas, pero si se trata de geólogos y paleontólogos, las descripciones suenan infinitamente más plausibles y verídicas.


Con este relato Lovecraft intenta establecer toda una CRÓNICA CÓSMICA de la Tierra, una especie de Silmarillion, con sus civilizaciones, batallas y cataclismos, pero con tintes fanta-científicos.

Sin embargo, el relato por más que contado con visos de ciencia-ficción no deja de tener un valor MÍTICO, tratando de explicar la naturaleza del mundo y cómo se ha llegado al punto actual, donde aquellas civilizaciones gloriosas -sean elfos o extraños alienígenas con estrellas de mar por cabeza y tentáculos- han desaparecido, abandonando a los hombres a su suerte en la batalla contra las fuerzas "malvadas" que ellos desataron y que dejaron como oscuro legado.


La historia de los Shoggoth, criaturas de sustancia mental que acaban REBELÁNDOSE contra sus creadores, las escobas que escapan al imperfecto hechizo del aprendiz de brujo, tienen inequívocos ecos a la Rebelión de Lucifer y sus ángeles caídos.

Su naturaleza psíquica y a la vez material simboliza esa irrealidad última y simbólica de los mismos restos y eventos que recoge el relato.

Esto es, Lovecraft en realidad no busca narrar una historia FÍSICA de la Tierra, sino una REMINISCENCIA ESPIRITUAL de los seres humanos y su lugar en el Universo.


La referencia más inmediata a lo que narra Lovecraft serían los escritos Teosóficos de Madame Blavatsky, El Libro de Dyzan, una historia de las civilizaciones ESPIRITUALES de la Tierra que como decimos Lovecraft recrea a su manera, mezclada con su Horror Cósmico, pero en la que la intención espiritual y mítica persiste sin duda.


No podemos dejar de mencionar un obvio paralelismo Tolkieniano: Cuando J.R.R. quiera narrar la historia de la civilización anterior a los Dunedain que gobiernan ahora la Tierra Media también dará a la perdida Isla de Númenor la forma de...UNA ESTRELLA DE CINCO PUNTAS.

No se queden, señores en los equinodermos: Un pentagrama es un pentagrama, por más que esté encarnado.


No podemos dejar de lamentar que semejante "tocho" de datos "historico-científicos" desencanta un tanto el mundo de Lovecraft, convirtiendo a los míticos OLD ONES en esas ridículas -reconozcámoslo- criaturas de tentáculos y babas y con ellos a toda la historia posterior.

Nos refugiamos, por tanto, en la idea de que esa es la versión de estos ARQUETÍPICOS EVENTOS que dan unos CIENTÍFICOS, y que seguramente es su propia percepción la que "deforma" el relato con ese resultado.

1 comentario:

Sandman dijo...

Articulazo. Me ha encantado. Mi obra preferida de Lovecraft junto con la Saga de las Tierras del Sueño.