AMAZING SPIDER-MAN 2: CUANDO LA RED SE ROMPE...

A la hora de adaptar un material, no puedes modificar elementos, quitar y poner, sin alterar el equilibrio de la obra original.

Si cambias, cortas, pegas algo que en su origen estaba bien, has de tener mucho talento y tacto para que lo nuevo quede igual de bien que el original.

Y, resumiendo, los encargados de esta cinta NO LO HAN LOGRANDO EN ABSOLUTO.

Básicamente se trata de una serie de escenas de acción espectacularmente conseguidas, no vamos a mentir, precedidas y continuadas por una serie de cortes que pretenden presentar la vida de paisano de Spider-Man y a sus oponentes, pero que no tienen sentido en absoluto, por mucho que queramos separarnos del original y aceptar la nueva versión.

Decían que Paco Martínez Soria acostumbraba a reescribir las obras que hacía, de tal manera que si tenía un diálogo con otro actor, le robaba sus líneas: el pronunciaba el chiste y la contestación, y así la gente lo encontraba a él el doble de gracioso, y su partenaire un mero comparsa.

Algo así pasa aquí: Todo parece reescrito y reorganizado tomando a Peter como hilo conductor, pero al final este se acaba enmarañando y el destino y las casualidades dan más volteretas que el héroe para que todo (parezca que) encaja.

No existe un verdadero argumento, sino unos escenarios que el héroe visita (su novia, su amigo, su tía...) para simular una trama vital que en realidad solo se sostiene por que los fotogramas finales de cada escena van pegados a los de la siguiente.

El héroe y su historia es en esta cinta absolutamente devorado por su "retrocontinuidad": Por sus padres, por su investigación, por Oscorp, por los proyectos que desarrollan... Esta película es el equivalente a esos cómics llenos de guiños y detallitos pero que no te cuentan nada, que no llevan a los personajes de un punto a otro, fascinando a los espectadores con "secretos del pasado" y relámpagos de Electro.

Una excelente muestra de este mal es el flashback AB-SO-LU-TA-MEN-TE IN-NE-CE-SA-RIO a la muerte de los padres de Peter. ¡Si ya sabíamos que habían muerto! Una truculenta escena aérea que parece salida de la imaginación de Nolan, y que no puede resultar más INAPROPIDA para los jóvenes espectadores que van a acudir a ver una película así.

¿Para quien es el sicario de manos ensangrentadas, para el niño que se disfraza de Spider-Man al final...? Uno de los dos sobran. O los dos.

De sobra sabemos que es lo que ha pasado: Tan preocupados están en Sony por no perder el ritmo de Marvel Studios y Fox que solo han usado esta película para establecer tramas que continuar en las secuelas (Venom, Sinister Six...), sin preocuparles en absoluto que lo que aquí se cuenta tenga sentido alguno.

Osea, un caso de libro de "WARNERitis aguda".

Y la película hace un esfuerzo por tener esas escenas personales que le deben dar el toque de gracia a una historia de Spidey, pero en realidad todas acaban siendo vanas, forzadas, y al servicio de una trama escrita por un esquizofrénico:

Peter y Harry no se ven desde que tenían 10 años. Ya se sabe que clase de "amistad" tienen dos niños de diez años: Ninguna. Pues ellos se reencuentran 8 años después y se convierten -de nuevo, como con Flash- en esos colegas homo-eróticos de toda la vida: "¿Tienes novia?", "No, es complicado".

Todo para que luego, cuando Harry se cruza con Gwen en el ascensor, la reconozca POR VERLE EL CULO y así sembrar la semilla del inevitable final.

Si la película es leeeenta en la presentación de los personajes, irregular, sin ritmo, a partir de ahí ya se hace todo un espectáculo de malabarismo para hacer cuadrar las tramas: Harry expulsado de Oscorp, liberando a Electro, inoculándose veneno de araña, Peter descubriendo de casualidad (y para nada) la verdad sobre su padre, Gwen pasando de sus estudios en medicina molecular a ser EXPERTA EN LA RED ELECTRICA DE NEW YORK (con razón la ficharon en Oxford), Harry aterrizando conociendo la identidad de Peter (¿Por qué...? ¡Pues por que Norman Osborn la sabía cuando mató a Gwen!)...

La genial historia original, la relación de Norman y Harry, la manera en que este acaba absorvido por el legado y la sombra de su padre son sustituidos aquí por un galimatías sin sentido y una ridícula versión del Duende -que ni siquiera se llama así-. ¡Con lo bien que funciona una buena máscara de latex!

Todo por que, como dijimos al principio, la historia se ha reescrito en función de Peter: su origen, su compañero es su némesis, su novia es la que muere (por más que el papa se aparece más que el de Hamlet), etc, etc, etc...

Uno creería que tras cargarse al segundo Stacy, en este caso de manera casi, casi directa, y haber roto su promesa, tocaba retirarse. ¡Pero que va, se pone un video y ya está otra vez en funciones, que hay muchas secuelas por grabar!

La peli hubiese terminado muy bien con la derrota de Electro, por lo que Harry y toda su trama, y su transformación, SOBRAN.

Pero ya digo que tienen prisa por "desarrollar" el mundo del personaje para spin-offs, y de ahí apariciones "kafkianas", como la de ese "peculiar" Doctor Kafka y su Ravenscroft Institute, convertido ya sin tapujos en el Arkham Asylum de Spider-Man.

Parece que para Sony los villanos cuentan más que el héroe.

En fin, para que seguir...

Viendo la película echaba de menos una y otra vez a Jameson. Y con él, a EL MUNDO DE SPIDER-MAN. Uno que tiene lógica propia y donde los personajes se relacionan entre si, por que si, no para que el guión cuadre.

Aquí han cortado una de las cuerdas de la red de relaciones, y toda ella se ha deshilachado como por resorte...