Aunque ya vimos que el argumento de la saga no tenía ni pies ni cabeza, lo mejor de todo fueron los cross-overs.
Tras diez años de sequía, de repente los personajes DC volvían a viajar en el Tiempo, a encontrarse con personajes del pasado, o versiones alternativas de ellos.
Por ejemplos, estos números de la serie de Guy Gadner introducían en el presente a Lady Blackhawk, que años más tarde se uniría a las Birds of Prey.
El encuentro entre el irreverente Superboy clónico y el añorado Superboy clásico fue una genialidad de esta magnífica serie que nos arrancó en su día montones de carcajadas.
El "What If..." fundamental del Batman post-Crisis era obviamente una Barbara Gordon que continuaba en activo, nunca herida por el Joker.
El primer retorno de este personaje que con el tiempo ha acabado volviendo a ser la versión oficial.
La Justice League introducía a una especie de Pseudo-Superman, que había sido uno de los miembros fundadores pero que una alteración temporal había borrado hasta ahora.
Al menos luego daría para una buena historia de la JLA de Morrison.
Las portadas de Batman y Superman demostraban que los iconos DC y sus versiones eran demasiado variados para lo que se podía contener en un solo Universo.
Sin embargo, el Multiverso tardaría unos años más en ser recuperado.
Metropolis ganaba un nuevo defensor que ocupaba el lugar de Superman en una línea temporal alternativa y que permanecería en el nuevo Universo DC post-Zero Hour: Alpha Centurion.
Tim Drake se encontraba con Dick Grayson, aún luchando por establecerse como sidekick de Batman, el Robin original.
En definitiva, por un par de meses los autores pudieron realizar con mayor o menos suerte el tipo de historias DC que de costumbre les estaban vedadas.
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