Esta serie está considerada como los mejores cómics de Terror después de los de la propia EC Comics, y con razón, y si en algo los superan es en lo retorcido de las situaciones, protagonistas y escenarios.
Mis favoritos son aquellos que transcurren en perdidas islas de los mares del sur, colonias penitenciarias o localizaciones selváticas con sus tribus de caníbales.
Pero no faltan las vampiras, los simios entrenados, las marionetas que cobran vida gracias a maleficios gitanos -uno se pregunta si no es esta misma aventura la que luego daría lugar a aquel maravilloso origen de Quicksilver & Scarlet Witch en Noches de Wundagore.
Así que, degusten con paciencia y fervor estas aventuras por que los reductores de cabezas quedan jubilados por las nuevas normas, aunque estas, y la necesidad de los editores de buscar nuevas fórmulas, engendrarían posteriores maravillas.
Ahí quedan estos cómics como testimonio de la imaginación sin límites de una época y de esos territorios jamás cartografiados donde el horror sigue aguardándonos siete décadas después.
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