Mi infancia se resume a Mortadelo y Filemón y a Tintín. Leer estos álbumes me aficionó, de niño, a estar continuamente contando las historias que se me ocurrían en formato de cómics bastante inocentes. Más adelante, la obra de Frank Miller ha sido la que me inició como aficionado al cómic. 300 y Sin City fueron los primeros cómics en los que invertí mis ahorros.
¿Cómo empiezas a pensar en dibujar cómics?
Como decía antes, es algo que siempre me ha acompañado. Durante el instituto se durmió este ímpetu. Pero, estudiando Bellas Artes, recuperé la necesidad de contar historias y, cuando me sentí preparado, decidí que el cómic era el formato que más me gustaba.
¿Qué autores piensas que te han influido o admiras?
Mi mayor influencia viene del dibujo europeo de temática fantástica, medieval, ciencia ficción y novela negra. Tratando de alcanzar cierto realismo en mi trabajo.
Pero si destaco autores, esos serían: Davide Gianfelice, Juanjo Guarnido, Greg Tocchini, Gabriel Hernández Walta, Adam Hughes, Frank Miller, Jacques Tardi, Eduardo Risso o Jae Lee.
¿Y qué autores te parecen más interesantes en el panorama actual?
Como antes mencioné una lista de mis favoritos, todos ellos bastante conocidos. Me gustaría destacar a gente más joven como Fiona Staples, Jared Muralt o Raúl Arnáiz.
Como colorista y guionista que soy, no quiero olvidarme de Richard Isanove, Marta Martínez y Jordie Bellaire en el campo de los coloristas. Ni de Brian Azzarello, Manchette, Alan Moore, Stephen King, J.M. Straczynski, Brian Wood, Brian K. Vaughan, El Torres, Darwyn Cooke, Frederik Peeters y Osamu Tezuka.
Pues sería muy feliz trabajando con personajes como Rorschach, Dr. Manhattan o el Comediante. Lono, de 100 balas. Me fliparía trabajar en nuevas historias sobre Sven, el protagonista del primer tomo de Northlanders o cualquier otro personaje vikingo, a ser posible una mujer.
Aníbal Barca sería el protagonista de un cómic extraordinario… En general, personajes que no estuviesen demasiado trillados y cuyas vivencias se ambientasen en ambientes de novela negra, fantasía épica, ciencia ficción o contextos históricos desde la edad media hacia atrás.
¿Has hecho algún trabajo anterior que quieras que conozcamos...?
Referente al cómic, hice el coloreado de unas 80 páginas para Darkstorm cómics y el año pasado autoedité Wormboy. 100 ejemplares para mover, entre la gente más cercana, un cómic que me sirvió como lanzadera, campo de pruebas y aprendizaje en el mundo del cómic.
Realicé guión, dibujo, entintado y color. Fue mi proyecto fin de carrera, y estoy muy orgulloso de haberme lanzado con aquel proyecto. Espero algún día rehacerlo y continuar con los demás guiones que tengo escritos para este personaje.
Todo mi trabajo se puede ver en mi perfil de Behance: y en mi blog , donde se mezcla con otras actividades artísticas como la pintura y la fotografía.
¿En qué crees que una iniciativa como Men Of Bronze Studios puede ayudar a un artista?
Para un artista sin nombre es prácticamente imposible abrirse camino por sí solo en este mundillo a menos que juegue en la Champions League de los artistas o consiga poner en marcha un proyecto de cómic con un equipo creativo.
Las editoriales confían en la seriedad de una agencia que ha hecho un proceso de selección que les asegura contratar trabajo de calidad para sus proyectos. Es, para los artistas, ganar cierto grado de prioridad sobre autores similares que no cuenten con proyectos propios de cómic ni agencia que los represente.
1 comentario:
Sven, Gianfelic, Brian Wood, parece que no soy el único al que le encantó el primer arco argumental de Northlanders ;)
Que pena que después de ahí Brian Wood no volviese a rayar ese nivel, ni en la propia Northlanders ni en trabajos posteriores.
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