EL OTRO DÍA ME PASÓ UNA COSA MUY FUERTE...

Cuando se desató la "agria polémica" sobre mis sinceros consejos artísticos a Iban Coello, resulta que él y yo hablamos privadamente y lo aclaramos todo más o menos rápidamente.

¡Ah, pero eso era un final demasiado feliz! El Sanedrín Comiquero reunido para la ocasión no podría permitir que la cosa terminase tan rápida y sencillamente.

Así que, a pesar de que el propio Iban les informó de que todo era agua pasada, ellos no hicieron ni caso y siguieron esfogando en Facebook.

Como resulta que lo estaban haciendo en un post mío, dentro del grupo "Amantes de los Cómics", lo borre, para intentar interrumpir el estéril debate de quienes querían "ser más papistas que el Papa". 

No solo lo borré por eso, también por que el nivel de argumentación era VERGONZOSO.

Un autor profesional -o eso creía yo- a quien no voy a nombrar para evitar la polémica, pretendía defender a Iban diciendo que "tu no tienes nada que demostrar. Tu trabajo Y EL QUE TRABAJES PARA DC ya hablan por si solos."

No tuve más remedio que añadir: "Por esa regla de tres, Rob Liefeld, que tuvo hasta tres series a la vez en DC, es un artista también incuestionable".

Esto fue malinterpretado por alguien con muy poquitas luces, diciéndose luego que yo había comparado a Coello con Liefeld. Evidentemente, no fue así. Si alguien lo comparó con Liefeld sería el que pretendía que, por el hecho de trabajar para DC, los autores gozan ya de un estatus más allá de toda crítica. Mi intención con el comentario era demostrar la flaqueza de los argumentos esgrimidos por quienes se alzaban en encendidos defensores de Coello.

Parece ser que, tras 20 años de que autores españoles trabajen regularmente en la industria del cómic americana, todavía hay quien contempla ese hecho como un logro sobrehumano: "Como trabaja en la editorial de Ivan Reis, debe de ser al menos tan bueno como él, o mejor".

Uno se imagina que, solo con firmar el primer contrato, Joe Shuster desciende de los cielos entre acordes de John Williams y, tocando con su lápiz en el hombro a los nuevos artistas, los confiere en Guerreos Supersayan a lo Goku, que solo deben recibir admiración y culto. 

Bueno, pues no es así.

El hecho de que Marvel o DC o cualquier editorial americana te contrate no quiere decir NA-DA sobre la calidad de tu trabajo. Símplemente tenían necesidad de un autor y te ha tocado a ti.

Todos hemos visto miles de cómics dibujados con el pie izquierdo. Y todos ellos tienen amigos y conocidos y seguidores que sin duda los defenderán de las posibles críticas.

El hecho de que un autor sea español no supone hoy en día ningún plus de dificultad para acceder al mercado americano, más bien al contrario y por lo tanto no debe ser reconocido como mérito.

Se puede y se debe defender a un autor por su trabajo, si es que es defendible, pero desde luego no por su nacionalidad. ¡A ver si es que resulta que solo me voy a poder meter con los dibujos de Nicola Scott, que vive en Australia y no lee español...!

No existen, por tanto, filtros reales de CALIDAD a la hora de trabajar para Marvel y DC. Yo conozco a grandes autores, INCLUSO ESPAÑOLES, cuyo trabajo viene siendo muy superior en calidad a otros autores, INCLUSO ESPAÑOLES. Los primeros no terminan de acceder a las grandes editoriales, mientras que los segundos si tienen trabajo todos los meses.

Todo esto nos lleva a analizar el fenómeno "fans", pero al estilo de las de Justin Bieber, de esas que se dejan escupir y todo por el autor.

En ausencia de una crítica real, independiente y profesional, parece que son los lectores los que acaban determinando quienes son grandes dibujantes y quienes no. No solo los lectores, sino aquellos "acérrimos seguidores" que se pasan horas en las colas de autores de Salones y Jornadas para pedirles un dibujito.

Y claro, si te ha hecho un dibujito... ¿cómo vas a permitir que digan algo malo de su trabajo...? Sobre todo los que usan rotus de colores. Esos molan, si o si.

...

Yo no me voy a erigir en Tribunal Supremo de lo artístico, pero convendría que quienes opinasen sobre la calidad del trabajo de dibujantes no fueran simples lectores -a los que puede gustar o no-, sino personas que entendiesen mínimamente de dibujo.

Y ahora viene uno de mis "titulares": Os puedo asegurar, tras más de tres años al pie de este blog, que EL LECTOR DE CÓMICS MEDIO NO TIENE NI IDEA DE CUESTIONES ARTÍSTICAS.

Todos sabemos, claro, que los autores "buenos" son los que están en los títulos que más venden, los que tienen más trabajo, los más promocionados.

Pero si ahora mismo desafiamos a un lector a que nos cuente POR QUÉ STUART IMMONEN ES BUENO es altamente probable que responda con el inmediato: "Es bueno por que a mi me gusta". O algo peor.

Los propios profesionales, quienes obviamente tienen bastante idea del valor del trabajo de sus propios compañeros, evitan pronunciarse, seguramente para no crear más enemistades de las que ya algunos tienen entre ellos.

Concluyendo, de momento: Ser seguidor del trabajo de un autor está genial, yo lo soy de muchos, pero estaría bien que asumiésemos que no todos los autores gozan del mismo talento, hacen el mismo trabajo, tienen la misma formación, ni el mismo interés, ni la misma profesionalidad.

No se puede meter en el mismo saco a alguien que esté comenzando con alguien que lleve 20 años dibujando. Y hay algunos que llevan 20 años dibujando y aún lo hacen peor que al empezar.

Y cuando toque, cuando sea oportuno, aquí lo vamos a decir. Lo que está bien. Lo que está mal. Y por qué.

Y al que le pique, que se rasque.

PD: Explicada mi versión del suceso al creador del grupo de Facebook, lo abandoné sin reparos cuando se cuestionó mi criterio para  evitar semejantes linchamientos. Yo encantado de participar en "Amantes de los Cómics", pero "Odiantes de Angosto" no es realmente para mi.