Aunque pudimos lograr un barniz de "cultura general", es cierto que aprender golfos y cabos, nuestra particular "Lista De los Reyes Godos" no es demasiado útil vitalmente.
Creo que decía Asimov que la función de la educación obligatoria debe ser enseñarte a FORMARTE A TI MISMO.
Y algunos, hemos tenido la suerte de llegar a ese punto socrático de descubrir que NO SABEMOS NADA, de cultura y ciencias, pero sobre todo de los utensilios para transitar hábilmente por la vida.
Ya lograr ser felices... solo un ignorante o un enfermo de algún tipo podría serlo completamente en el mundo en el que vivimos. En tanto sea capaz de preocuparse por los demás, algo que hemos comprobado que muchos son absolutamente incapaces de hacer.
Dicho lo cual, ahora que con la nueva reforma educativa surgen grandes dudas de que se puedan enmedar los gravísimos errores de pasadas etapas, como lector de cómics no podemos más que celebrar que estos se reivindiquen constantemente como herramienta educativa.
No podemos ni calcular las cosas que nos han acabado enseñando y ójala hubiésemos leído mucho más.
Dolmen publica -en casterllano y catalán- el vol. 5 de esta historia de la Humanidad, una versión actual, algo más académica de nuestro Érase una Vez el Hombre.
Está estructurada en tres partes: Unas pocas páginas que resumen un determinado evento -en este caso los relacionados con la llegada de las invasiones bárbaras y la Caída del Imperio Romano de Occidente.
Una segunda historia, algo más amplia, continuada a través de tres periodos por tres generaciones de protagonistas viven sus aventuras dentro de ese contesto histórico. Supongo que para hacer la lectura más digeribles a los quasi-adolescentes.
El tomo incluye una serie de cortos textos que supongo buscan complementar otros eventos históricos de la época. Pero no me acaba de encajar que, en un tomo de cómic dedicado a Historia, estos acaben siendo necesarios.
Si confiamos realmente en las posibilidades de la historieta como medio educativo lo suyo es contar lo mismo pero con viñetas. En cualquier caso, molestar no molestan. ¡No vaya a ser que el niño aprenda mucho de cómics pero luego no sepa ni leer un folio sin dibujitos!
Como verán, los dibujos de Norberto Fernandez, documentados y claros, son un placer adicional a la enseñanza, con un color que destaca por lo minucioso.
Aprendan y enseñen historia, pero a la vez aprendan lo parcial de cada versión, si no directamente lo falso. Parece que no hemos llegado aún a saber evitar los errores del pasado y eso si es fundamental: Reconstruir nuestra propia historia para, aprendiendo de los errores personales de cada uno, mejorarnos y causar así un futuro mejor para todos.
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