lunes, 10 de octubre de 2022

EL VIGILANTE EN EL UMBRAL, POR JOHN BUCHAN

Increíblemente agradecido a Diábolo y a mi querido Alberto Ávila Salazar por hacernos cruzar de nuevo esos umbrales hacia autores de terror poco conocidos pero de incuestionable calidad. 

Alberto, a la sazón traductor de la obra, incluye una semblanza del autor como introducción, una obra con paralelismos formales y temáticos con la de M. R. James.
   

Las historias de Buchan transcurren en las colinas y llanuras llenas de brezos de Escocia, con esa cualidad liminal en donde el Otromundo celta pervive y se manifiesta a la vuelta de cualquier sendero.
   

El relato que da título al libro es una pequeña obra maestra que, con una presencia mínima sobrenatural, consigue infundir un gran terror, el que conlleva la pérdida de la cordura, la lejanía de la civilización o las presencias invisibles. 

En el el autor hace gala de sus conocimientos históricos y literarios, además de los geográficos, que dotan de una singular verosimilitud a los eventos.
   

Tierra de Nadie se centra en esos míticos y misteriosos habitantes de las colinas: ¿Son supervivientes pictos nunca conquistados? ¿Son duendecillos bromistas como los Brownie... o son algo mucho más siniestro? 

Yo apuesto a que fue este relato el que inspiró a R. E. Howard su particular visión del pueblo picto, al que tantos relatos dedicase.
   

Pastores de ovejas y de almas protagonizan los relatos de Buchan, unos donan al diablo su rebaño por salvar salvar la suya inmortal, otros combaten a los pueblerinos seducidos por los extraños cantos y antiguas baladas que se escuchan en esa naturaleza, tan bella como inhóspita y terrible.

Adéntrense en ese mundo donde el folklore reina, alegra los corazones y esconde antiguas realidades que les esperan a la vuelta de cada página.

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