Miyagi está basado en un par de maestros que el realmente tuvo y bajo los que aprendió Karate en Okinawa. Karate Kid era, hasta cierto punto, una historia autobiográfica.
Creo que no fue hasta su tercera temporada cuando me animé a ver su serie secuela, Cobra Kai, debido a los comentarios de todo el mundo.
La serie creada por guionistas devotos de las películas originales no pudo venirme más al dedo: Todos queríamos encontrar al Miyagi (o Gandalf, o Obi Wan) que nos guiase en nuestra vida, y lo que ha pasadado es que nos hemos visto cincuentones y encerrados en una existencia lo mismo o más fracasada que Johnny Lawrence.
¡Y el al menos tuvo su etapa disfrutando como malote, a nosotros hasta eso se nos ha escaqueado !
Las películas y la literatura de los 80 en que crecimos nos educaron en una contínua lucha del Bien contra el Mal, y resulta que en la vida real, aunque de males vamos sobrados, aún estamos esperando al sabio mentor, que calculamos, no ha existido jamás fuera de la ficción.
Las enseñanzas de esta nueva serie, en donde Johnny no es tan malo malísimo, ni Daniel-San un santo iluminado con todas las respuestas correctas nos hacen reafirmarnos en soportar los defectos ajenos y los propios y manejarnos con la poca sabiduría que hemos acumulado, proceda de la ficción o de las "patadas de la grulla" que la vida nos sigue dando día a día en toda la boca.
El Libro de Francisco Javiér Millán es la guía definitiva a este universo de películas y series, a sus creadores, protagonistas, emplazamientos, a sus antecedentes, filosofía, y enseñanzas.
Un doble placer repasar pelis y serie de nuevo con tan minucioso cuidado a cada detalle.
Tiene parte dedicada al cine de artes marciales anterior, como el de Bruce Lee o Kung-Fu, tiene la serie de dibujos animados.
¡Por tener, tiene hasta la peli de Jackey Chan y Jadeen Smith!
Y una entrevista a Bill Conti, cuya música he estado escuchando mientras terminaba de leerlo y que me ha hecho volver a creer que, al final, superaremos nuestros obstáculos y tendremos la victoria y la paz interior.
Por que la vida puede defraudar, pero ya dijo Nietzche que la vida sin música sería un fracaso. Y la música no miente.
Cuando en mi pueblo abrieron un dojo de Tae-kwon-do mis padres decidieron que, a diferencia de TODOS MIS AMIGOS DEL COLE, yo no asistiese a las clases, con el consiguiente disgusto. Estaban creando un "Dimitri" de manual (salvo por la novia ninfómana).
En algún lugar del Multiverso, existe un Pedro Angosto que no tiene piedad con los enemigos, ataca primero y se lleva a la chica.
Pero no escribe reseñas ni lee libros. Las cosas siempre pasan por alguna razón.
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