No solo cubre los clásicos de la Literatura Pulp sino que además incluye aún más valiosas y únicas ediciones de toda suerte de relatos de género creados en España y abarcando siglos y siglos. También son los editores de la decana revista DELIRIO, que ya hemos reseñado en alguna ocasión.
Cuando los hallazgos antropológicos y paleontológicos del siglo XIX destronaron definitivamente a la Biblia como texto histórico sobre los orígenes de la raza humana, un inmenso escenario quedo abierto para los autores de literatura, que no tardaron en crear sus particulares sustitutos para Adán y Eva, prácticamente igual de fantásticos -o más- que los del mito judío. Antes de Troya, de la Era Hyboria, de Atlantis, un nuevo Génesis necesitaba ser escrito y los "buenos -y no tan buenos- salvajes" llenaron las páginas de la Literatura Pulp.
Lo que seguramente no se esperaban sus autores es que los viejos arquetipos que animaban los mitos, judíos o no, se les colaran de rondón en las nuevas historias, elevándolas a ese mismo nivel mitológico, no podemos determinar si de manera consciente, inconsciente o cualquier combinación intermedia, incluida la Memorial Racial o la Revelación Divina.
No hay historias, solo lectores, y esta novelita de aventuras trogloditas, como cualquier texto, se puede disfrutar a muy distintos niveles. Para empezar, cuenta como las de Tarzán con su protagonista cavernícola en taparrabos cazando a las bestias del momento -dientes de sable, mamuts, osos cavernarios, etc...- todos bautizados con los monosílabos marca de la casa.
Además, tiene al propio Lord Greystoke como personaje secundario, junto a Barney y Victoria Custer, recuperados de la novela The Mad King, una suerte de Prisionero de Zenda que Farmer pronto teorizó estaba muy relacionada con la original de los de Ruritania.
Pero aventura y realidad compartida aparte, aquellos lectores que entiendan la Fantasía como el lugar de manifestación de las Eternas Verdades -como los amantes del título, las pistas están a la vista- podrán descubrir con asombro que las dos novelas aquí recogidas se imbrican en una tradición mucho, mucho más antigua que el Pulp.
Y es que Victoria es la reencarnación de Na-Tul, la amante del héroe Nu, y tiene a la vez temor sagrado a los terremotos -y el consabido "Sueño de la Atlántida" que persiguió a Howard y Tolkien-, visiones y reminiscencias platónicas que se disparan cuando un seísmo despierta de su artúrico sueño a Nu en tiempo presente y tierras africanas. Donde el salvaje recordaba un bravo mar, ahora hay sabana.
Pero la cosa no acaba ahí: Reconocemos en la aventura la versión de Burroughs de los relatos de Ayesha de Haggard, aunque esta vez es la fémina la reencarnada. Y con ELLA, toda su carga espiritual.
Y aún más: las peripecias que corren los amantes para reunirse, tanto en el presente como en el pasado en el que se centra la segunda novela, tienen un claro antecedente en las primeras novelas helénicas (que siglos más tarde dieran lugar a las bizantinas), todas protagonizadas por amantes que, como ya hemos aclarado en otras ocasiones, son figura del alma y el espíritu que buscan reunirse y retornar a su hogar celestial.
Así que imaginen mi gozo disfrutando se todas estas peripecias selváticas imbricadas en la tradición de Novela Pastoril que inaugurasen obras como Dafnis & Cloe, cuya fuente no deja de hacer un "cameo" en la historia.
Estos cavernícolas lo son, pero de la Caverna de Platón.
No nos cabe duda de que nuestro querido editor, prosaico él, aducirá que todo eso está solo en nuestra cabeza. Y dice bien.
Pero han sido los textos de Burroughs los que han desatado semejante convulsión mental. Lo seguiremos leyendo e investigando hasta nuestra personal Atlántida se alce de nuevo sobre las aguas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario