jueves, 25 de marzo de 2021

NOMADLAND: AQUEL PAÍS DESCONOCIDO

Tras disfrutarla en TRES CARTELES A LAS AFUERAS, no dudábamos en ver el siguiente y premiado trabajo de Frances McDorman. 

En este caso, examinando de nuevo las historias de gente corriente de la América profunda, esa que no solemos ver en los Telediarios.


La trama explora la vida de aquellas personas que, por diferentes razones -no poder pagar la Hipoteca, principalmente- han acabado viviendo una vida nómada alojados en sus propios vehículos. Furgonetas en su mayoría, no alcanza ni para roulette. 
 
Y no solo carecen de vivienda: para sobrevivir se ven forzados a recorrer Estados Unidos de norte a sur, en busca de esos trabajos que nadie quiere -y los que van quedando, son todos de esa clase-, para ganar los suficiente para comer y pagar la gasolina y aparcamiento, que no siempre es gratis.


¡Que alegría cuando abrimos un paquete de Amazon, ¿verdad?! 

A veces sentimos pena por quienes nos lo traen, aunque suelen ser jóvenes de excelente presencia  ¡A mis puertas ha llegado alguno que podría ganar Mister España, si es que se sigue celebrando! 

No imaginamos que quienes lo embalan son señores y señoras cerca de la jubilación que tienen que viajar a un centro que igual está pegado a Alaska -en pleno invierno- y luego, al terminar su turno, se meten a dormir en la furgoneta.
     

McDorman interpreta a una profesora viuda, esposa de un trabajador de una empresa relacionada con la construcción, que al cerrar hizo que todo el pueblo creado -artificialmente- en torno a ella se convirtiese en una ciudad fantasma. 

Sin compañero, sin vecinos, sin relaciones, acaba en la carretera, descubriendo que no es la única ni mucho menos, sino que ya existen hasta comunidades donde estos nuevos nómadas se reúnen para ayudarse unos a otros y hacer "terapia de grupo". 
 
Son los descastados que se caen por las inmensas e innumerables grietas de la sociedad que hemos construido.


La seudo-vida de estos individuos es descarnadamente retratada, y aunque la directora -cuya siguiente película son THE ETERNALS de Marvel- se recrea en retratar esos infinitos paisajes de Estados Unidos por los que discurren las interminables carreteras, dotando a la fotografía y la exploración de un cierto toque aventurero y romántico, no se nos hurta la infinita angustia, soledad y deshumanización que supone el ser un destituido, alguien de quien la sociedad solo se va a acordar para explotarlo un poquito más en insoportables tareas mal pagadas. 
 
Y al final, tan alienados acaban los personajes, que ni siquiera osan desear una vida normal cuando se les pone a tiro. Por que una vez que estás fuera del Sistema, es tal el horror que te causa que prefieres no volverte a integrar en el, a cualquier precio.

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