El amigo Fernando Codina nos ha enviado su nueva novela, publicada por Bohodon Ediciones, y pasamos sin más dilación a compartir nuestras impresiones.
Tenemos que resaltar primero la oportunidad con la que la ha escrito y publicado: se trata de un relato post-apocalíptico en donde EL ULTIMO HOMBRE VIVO nos ilustra como ha llegado a "ser leyenda".
La cosa comienza con la muerte de toda vida en los mares, algo que al principio no causa la alarma que debiera -la manera en que las siguientes extinciones pillan desprevenidos a los gobiernos es altamente plausible en la actualidad-. Siguen los animales, las plantas...
Además de la estudiada descripción de las catástrofes y como se intenta lidiar con ellas, lectura realmente entretenida, la novela tiene el añadido de centrar la acción en España y en concreto en Madrid.
Tenemos que resaltar primero la oportunidad con la que la ha escrito y publicado: se trata de un relato post-apocalíptico en donde EL ULTIMO HOMBRE VIVO nos ilustra como ha llegado a "ser leyenda".
Y desde luego, con la que está cayendo en la realidad, entretenerse con esta desaforada cadena de catástrofes ecológicas y planetarias resulta a la vez adecuado y liberador.
La cosa comienza con la muerte de toda vida en los mares, algo que al principio no causa la alarma que debiera -la manera en que las siguientes extinciones pillan desprevenidos a los gobiernos es altamente plausible en la actualidad-. Siguen los animales, las plantas...
Posteriormente, un pulso electromagnético inutiliza todos los dispositivos eléctricos. Y entonces los peores instintos, no solo de supervivencia, se desatan en la humanidad.
Además de la estudiada descripción de las catástrofes y como se intenta lidiar con ellas, lectura realmente entretenida, la novela tiene el añadido de centrar la acción en España y en concreto en Madrid.
Y a uno se le queda el reconcome de si, en caso de que sucediese algo parecido en la realidad, los estados cuentan con protocolos de actuación, y si estos iban a ser igual de "eficaces" que los que aplican ahora.
Se nos ocurre apuntarle al autor que quizás falta en la novela una explicación de por qué se suceden todas esas catástrofes, de diversas naturaleza. Lo de que todas pillen a los gobiernos con los pantalones bajados es algo tristemente creíble ahora.
No sabemos si, de quedar un solo hombre vivo en la Tierra, este tendría ganas de ponerse a escribir como se ha llegado ahí, o si lo haría con este tono "novelesco". Pero agradecemos que el autor deje un resquicio de esperanza al final de la novela. ¡Aunque ahora nos parezca la parte más fantástica!
Una descarnada Distopía de la que sin duda podemos sacar más de una lección sobre nuestra relación con el planeta y sobre cómo actuar en caso de que esta siga empeorando.
Muchas gracias por la reseña, compañero!!! La idea es que se trate de la sexta extinción, de la que hablaban los mayas, pero un poquito actualizada...me alegro mucho de que te haya gustado!!
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