No me va a pillar lo de los viajes espaciales para todo el mundo, pero yo desde luego no me monto...¡Si ya me da cosa el avión, y más después de estos días...!
Pero hay que reconocer que, como película con premisa de "HOUSTON, TENEMOS UN PROBLEMA", esta está bastante bien.
Se trata de la historia de un "naufragio espacial" que explora aquella máxima aristotélica de "El Hombre es un Animal Social. El que vive solo o es un Dios o un Monstruo".
Lawrence y Pratt forman una pareja con mucha química y humor que se despierta de su animación suspendida 90 años antes de llegar al planeta extrasolar al que viajan.
Como tienen el crucero estelar de lujo solito para ellos dos, no se aburren. Pero según avanza la película, la razón de las averías comienza a hacerse más evidente.
Y su relación también sufre alguna "avería".
Básicamente, una historia de amor espacial con un final pirotécnico que ya he visto por ahí que no le ha acabado de encajar a todo el mundo.
Por cierto que el papel de Barman Androide de la película de Michael Sheen es de lo mejor, con unos diálogos que ya quisiera el C3-PO de la actualidad.
"Romance Fanta-científico" para pasar el rato en pareja y al salir decirle que le quieres "Hasta Alpha Centauri y vuelta".
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