No había leído a Martin Mystère hasta ahora y ha sido una muy agradable sorpresa.
Pimero, por lo cuidado del dibujo del cómic, a cargo de Franco Devescovi. El tipo de dedicación por viñeta que ya no se encuentra al otro lado del charco.
Pero es que en este número, recientemente publicado por Aleta, Carlo Recagno sumerge al personaje no solo en el mundo de Sherlock Holmes, si no más concretamente en el mundo del coleccionismo y los aficionados Sherlockianos.
Las convenciones, los "cosplayers", los actores que lo han encarnado, los pastiches, los estudiosos, los momentos cumbre de la leyenda... Todo, todo, todo está profusamente representado dentro de este cómic, que solo puede haber sido escrito por un tremendo aficionado, y que sin duda sirve de excelente guía inicial para quienes deseen incorporarse a este fascinante universo.
La trama que investiga Mystére no es que sea muy original o Sherlockiana, pero está sin duda trufada con detallitos que encantarán a cualquier aficionado al detective de Baker Street.
¡Si hasta el sospechoso principal se apellida Gould, familia de un tal Baring!
Pues mira que homenaje más curioso me encontré en su día con ese tebeo:
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