EL LEMNIO Y OTRAS HISTORIAS SOBRENATURALES, POR JOHN BUCHAN

Tener este nuevo libro de historias de John Buchan, de la colección que dirigen Lorenzo Pascual y Manuel Mota, traducido y prologado por Alberto Ávila en esta ocasión no deja de producirnos esa infantil excitación que tenemos los bibliófilos cuando, habiendo disfrutado de la obra de algún escritor e ignorando si hay más como lo que hemos leído, encontramos en las librerías por sorpresa una nueva entrega de esa pequeña maravilla.

    

En realidad, con las estupendas selecciones de poco conocidos autores de la Colección Fantasmas, esto nos viene pasando con todos los que editan, sean nuevos o, como en este caso, deliciosamente "reincidentes". Ya lo único que podemos desear en conseguir unas estanterías donde poder contemplar alineados los lomos de semejante selección.

   

Tan fascinados estamos por este autor que hasta le perdonamos que en La Arboleda de Astarté, primero de los relatos, repita en otras coordenadas geográficas -las del África colonial- la estructura de una de las historias de la entrega anterior: el visitante que encuentra a su amigo alterado y enfebrecido por la presencia de una antigua reliquia. 

Cambia el "Genius Loci" y los extendidos efectos de esa antigua diosa que, como si fuese un personaje de American Gods -no nos cabe duda de que Gaiman conoce esta obra, y la versiona a su manera durante Sandman: Brief Lives- se resiste a abandonar su presencia en el mundo material que recrea como un resto de Paraíso que hubiese sobrevivido a la Caída.

   

Y es que, para nosotros, el argumento es lo de menos. Buchan cumple a rajatabla esa máxima de "escribe de aquello que conozcas", y en su caso, llegando a ser Gobernador de Canadá, lo que conoce es ese fascinante mundo tardo-victoriano o eduardiano que tan familiar nos resulta a los lectores de Doyle, M.R. James, Verne o Christie.

   

Así que aquí encontrarán cazadores blancos en territorios africanos inexplorados, cocineros hindues que se pasan un poco con las especias cuando sirven a los Lores, Clubs de Caballeros donde se discute desde la política internacional hasta fantasmales ejércitos de la Gran Guerra, mansiones de los páramos que traen pesadillas por bien adiestrado que tengan a los sabuesos, etc, etc, etc...

Podríamos pasar toda la vida disfrutando relatos de aquellas épocas, como si alguna deidad victoriana -¡la Britannia colonial!, no quisiese desaparecer de nuestros corazones.