No hubo lugar en mi reciente ensayo SANDMAN VS LUCIFER para dedicar el espacio que sin duda merecen las originales encarnaciones del personaje, que comenzase como un nada disimulado pastiche del personaje pulp The Green Hornet.
Como parte del muy retrasado retorno de la Justice Society, fallido desde su concepción, afortunadamente abortado por la marcha de Johns, y que nos tememos aboca a una nueva cancelación de la serie (que, tal y como están las cosas, puede que sea lo mejor), DC ha lanzado tres miniseries dedicadas a los personajes originales de la Golden Age.
Entre ellas destaca esta de The Sandman, gracias a la extraordinaria labor gráfica de RILEY ROSSMO, un artista que lleva ocho años trabajando para DC, y cuyos trabajos me han llamado mucho la atención, hasta este en el que se ha consagrado. El guion, un tanto básico pero al menos contenido y eficaz es de un retornado Vendetti (Hawkman).
Original diseño de página, encantador ambiente de los años 40, participación de los personajes fundamentales de la franquicia y un argumento que se elabora en torno a la naturaleza y efectos del gas soporífero que el héroe usa como arma y la aparición de una contrapartida oscura del mismo que se hace con su equipo.
En lo conceptual un trabajo de mínimos pero que gracias al apartado artístico no dudamos que al menos consigue hacer atractivo para los lectores actuales a este, uno de los primeros superhéroes DC.
Y para saber más de los superhéroes de la Edad de Oro y siguientes, no os perdáis SUPERHÉROES, nuestro otro ensayo.
Buena pinta. Grafismo imaginativo y un gran personaje con reminiscencias pulp y mucha historia (e injustamente poco reivindicado por el fandom moderno e incluso la propia editorial ...o los autores, fuera al menos de esa excelente serie que fue el Sandman Mystery Theatre de Matt Wagner y compañía).
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