Con ese amor que los franceses/as tienen a su campiña, la historia se centra en la finca familiar, Nohant, en la que -tras un tiempo de niñez en España durante la invasión napoleónica, del que vuelve comida de sarna y piojos, ejem...- heredara de su aristocrática abuela que fue la primera en intentar educar y contener el amor de su nieta por una vida más allá de las convenciones sociales.
Además de por sus obras y por su impresionante grupo de amistades y relaciones personales -Victor Hugo, Honoré de Balzac, Gustave Flaubert y Julio Verne, Chopin...- a Sand se la recuerda por atreverse a desafiar las normas vistiendo ropas masculinas y fumando en público.
También fue una adalid de los más desfavorecidos y de los derechos de las mujeres.
Un cómic que muestra toda una era y se lee con la avidez de una novela de Jean Austen.
Los tonos pastel en el dibujo contribuyen a conseguir el ambiente de época, magníficamente documentado como se observa en las páginas de diseños complementarias.
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