lunes, 26 de junio de 2023

ADDAMS Y MUNSTERS, POR MIGUEL ÁNGEL PARRA: HAY MONSTRUOS Y "MONSTRUOS"

Por continuar ese "running joke" que mantenemos con nuestro queridísimo editor de Diábolo sobre que estamos en el Fin de los Tiempos -de los nuestros, al menos, que se aproximan a la Medianoche al ritmo del reloj de Watchmen (y sus apócrifas secuelas)- observemos que es lo que nos ha quedado ahora de aquel maravilloso programa que fue La Bola de Cristal: Alaska (& Mario). 

 Dicho sea sin intención de ofender: Tenemos un gran respeto por Olvido -y hasta por América, su mamá- y sabemos, aún sin tratarla, que comparte nuestro amor por cualquier aspecto de esa cultura Pop que siempre ha atesorado y promocionado.
   

Pero nos preguntamos también qué diría la Bruja Avería de fenómenos actuales como Twitter, Tik Tok, los Influencers.  Probablemente aquello de: "¡Si no quieres ser como estos...LEE!"

 No es cosa de risa, ya lo cantaba Santiago Auserón. 

 Todo esto viene al caso de que, por supuesto, somos muuuuuucho más de Los Munsters -que descubrimos y disfrutamos por completo en aquellas mañanas de sábado- que de Los Addams, cuya serie original no hemos visto, ni hemos leído la tira de prensa en que se originaron ni -ocupados con nuestros propios terrores familiares- hemos tenido ocasión de ver la exitosa serie Wednesday de Tim Burton.


Por eso, no podemos dejar de volver a elogiar esta línea de libros de Diábolo que combinan a la perfección texto e imágenes, justo en la medida de nuestra curiosidad por cualquiera de las materias que tratan. 

 Y este, con casi 400 páginas, es en realidad dos libros en uno y un titánico esfuerzo para Miguel Ángel Parra, autor de la casa y cuyos anteriores volúmenes aprovechamos para volver a recomendar.
   

En este volumen podrán encontrar un repaso a la gestación de los personajes y sus series televisivas en los años 60, así como cada una de las iteraciones que han tenido hasta la actualidad, pues ambas franquicias han sido recuperadas en diversas ocasiones y formatos. 

Ha sido un placer descubrir las series de dibujos animados, los Especiales de Halloween, los musicales, las historias de sus actores -no había caído que John Astin -Gómez Adams- llegó a sustituir a Gorshin como The Riddle en una de las temporadas de Batman, la serie de TV- las películas modernas y cubierta está hasta la más reciente -y creo que denostada- versión de los Munsters que ha dirigido Rob Zombie, así como una singular variante terrorífica llamada como la calle en la que habitaban: Mockingbird Lane.
   

También se incluye un apartado donde se recogen otras manifestaciones de la "Monster Craze" de la época, incluyendo los cómics de Melvin Monster que Diábolo acaba de editar. 

Por último, amplio apartado de merchandising que hará las delicias de los coleccionistas compulsivos, entre los que a buen seguro se encuentra la mencionada Olvido Gara.

 

Pero volviendo a la comparación de ambos productos, y nuestras inevitables simpatías por aquel que disfrutamos primero, pienso que hay razones más que objetivas para nuestra preferencia. 

Frente al elitismo y la morbosidad de los Addams, la Familia Munster eran "blue collars" que sabían mezclarse perfectamente con los vecinos de su barrio residencial -aunque les causasen algún sustillo, de ahí las tramas-. 

La inteligencia de los guiones y la actuación de todos sus brillantes componentes invitaba a una "familiaridad" e integración que en aquellos años 60 se nos representa semejante a los emergentes superhéroes.
    

No hay que hacer mucho esfuerzo para encajar a los Addams como unos Fantastic Four alternativos, mutando ciencia por los sobrenatural. Al fin y al cabo, la Agatha Harkness que, de Wandavision disfrutará ahora de serie propia, no deja de ser un homenaje a la Endora de Bewitched, otra comedia de los "suburbs" -que, por favor, no se traduce por "suburbios".

 También vemos en  la transilvana familia nuclear un eco de las que ya llevaban apareciendo en los cómics DC desde el inicio de su Silver Age, diez años antes. 

 Solo la elegante presencia de Ivonne De Carlo -Lily Munsters- eleva ya el producto a niveles Bíblicos -fue la Séphora de Los Diez Mandamientos-. 

 Y quizás lo más importante: Mientras que todos los familiares de Los Addams son "raritos", los Munsters convivían sin problema con su normalucha sobrina, dando testimonio de que, por más que vivas entre y te gusten monstruos, no tienes por qué reducirte a ellos. 

 Sobre todo si, como El Corintio de The Sandman, escapan de donde debieran estar: En la Televisión, para hacernos reír.

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