lunes, 19 de diciembre de 2022

MITOCRÍTICA CULTURAL, POR JOSE MANUEL LOSADA: EN BUSCA DEL SIGNIFICADO DE LOS MITOS

"Mito" es una palabra polisémica. Veamos que definiciones nos da la R.A.E.: 
 
1. m. Narración maravillosa situada fuera del tiempo histórico y protagonizada por personajes de carácter divino o heroico. 

 2. m. Historia ficticia o personaje literario o artístico que encarna algún aspecto universal de la condición humana. El mito de don Juan. 

 3. m. Persona o cosa rodeada de extraordinaria admiración y estima. 

 4. m. Persona o cosa a la que se atribuyen cualidades o excelencias que no tiene. Su fortuna económica es un mito.



Para los Mitólogos es tarea urgente deslindar la primera de las definiciones -junto a parte de la segunda- de las otras dos. 

 La confusión, lejos de limitarse al vulgo, se haya presente hasta en los congresos de Mitocrítica que, con admirable dedicación y empeño, organiza el Profesor Losada. 

 En el último tuvimos ocasión de escuchar una ponencia dedicada al "Mito de Pablo Escobar", en donde se narraba la huella de este "emprendedor colombiano" aduciendo que, cual Prometeo, "había robado el fuego del narcotráfico a los americanos, siendo castigado por ello". ¡Y aún estaba muy bien traído! 

Fue aún más sorprendente escuchar en uno anterior una ponencia sobre la progresiva masificación turística de una región de Suiza a la que denominaron en su esplendor la "Nueva Arcadia". 

Nos inquieta un tanto que la inclusión en congresos científicos tenga un criterio aún más laxo que el de la materia que toca definir. Tenemos serias dudas sobre el progreso de esos conocimientos.
   

Pero volviendo al mito, la mayor tarea es eliminar el prejuicio -occidental, decimonónico y más en concreto católico- de que "los mitos son mentira" en tanto que los únicos verdaderos son los nuestros propios. 

 Aún habiendo ayudado a su preservación histórica por considerarlos meras fábulas poéticas los Primeros Relatos, esos que protagonizaron Dioses y Héroes siguen cautivando la imaginación de lectores y creadores que los vuelcan en nuevas formas. 

Así J.R.R. Tolkien defendió furibundamente que los mitos no solo no son mentira sino que son LA VERDAD, o un aspecto de esta que se expresa a través de ellos. 

La cuestión se complica cuando se trata de, más allá de los relatos que todos podemos identificar en las diferentes Mitologías mundiales, existen otras creaciones -como la del propio Tolkien, definida por el mismo como una moderna mitología- posteriores, literarias o artisticas que comparten con los antiguos mitos esa función fundamental de VERDAD. 

Para ello necesitamos definir que es y que no es un mito, y aquí es donde entra el volumen de 800 páginas que el Profesor Losada acaba de publicar en Akal el pasado mes.
    

No he tenido ocasión de leerlo entero aún -lo que haré a la menor ocasión-, por lo que nos curamos en salud adjuntamos la presentación que del mismo realizó del libro en el pasado congreso. 

Para cualquier interesado en desentrañar esa VERDAD que contienen los mitos es este un increíble regalo en donde el autor no solo vuelca toda una vida de investigación sino las conclusiones a las que han llegado los diferentes grupos de estudiantes y profesores que se han unido a ella desde la Academia.
 
Por que una vez que decidamos que es mito y que no, queda aún la titánica tarea de INTERPRETAR esos relatos desde el prisma de la actualidad. Y su naturaleza simbólica los convierte en ascuas que cada cual buscará acercar a su sardina.


El Profesor Losada propone un enfoque multidisciplinar para su estudio en el que concurren las diferentes Humanidades. 

 Y en lo que compete a los Mitos Modernos -o posteriores a los fundacionales- establece como criterio de inclusión la irrupción en los mismos del elemento TRANSCENDENTE: El Otro Mundo, la Vida Eterna. 

En diferentes apartados -Mito y Relato, Función Referencial, Imagen y Símbolo, Personajes, Acontecimiento Extraordinario, Mitificación y Desmitificación, Estructura, Cosmogonía y Escatología- los mitos son estudiados, como no, con profusos ejemplos en que la teoría se aplica a estos, lo que resulta en una lectura clara y amena.
   

Felicitamos al autor(/es) y le agradecemos tan invaluable contribución que, tras su lectura nos servira para aclarar, ordenar y poner a prueba nuestras propias ideas sobre la materia que, gracias a su convocatoria en el pasado congreso sobre Teorías del Mito, hemos tenido ocasión de formular de manera si no académica al menos completa y ordenada.
   

Sin desmedro alguno de la obra o nuestro querido y admirado autor aprovechamos para matizar que, desde nuestro humilde punto de vista, en tanto consideramos al Mito una narración estructurada SIMBÓLICA que responde de manera INTUITIVA a las preguntas fundamentales del Ser Humano -¿Que somos? ¿De donde venimos? ¿A donde vamos?- existen muchas versiones de esa narrativa primordial -el Mito de la Caída y Redención- que no incluyen elemento sobrenatural alguno. 


La propia historia de la Literatura -de la novela- se desarrolla en esos términos: Dioses y Héroes abandonan sus ropajes divinos para transformarse en meros mortales, y las Tierras Imperecederas en cualquier otro emplazamiento, geográficamente real o imaginado. 

Por poner solo tres ejemplos, la -mal llamada- Parábola del Hijo Pródigo, la novela Los Miserables de Victor Hugo o Don Quijote de la Mancha, la que a pesar de estar narrada en términos humorísticos y realista, es fundamentalmente una novela de Caballerías, y por lo tanto comparte con ellas toda su estructura iniciática. 

Como autor todo del Siglo de Oro, Cervantes no solo estaba al tanto de la existencia de esa Tradición Literaria Hermética, sino que fue el mismo Hermes el que lo transportó en un barco de versos a presencia de Apolo en Viaje del Parnaso.


Por que el lenguaje de los mitos, en tanto hablan de esa realidad transcendente, es un lenguaje Hermético -o Thothico si hablamos de los Egipcios, o Nabúnico si de los Babilónicos-. 

Combiene pues deslindarlo también el Ocultismo/Esoterismo que, por lo general, se acopla más a la cuarta definición de mito -la de mentira-. Este es uno de los aspectos de los que el profesor se distanciaba en la presentación que pueden escuchar a continuación. 

Los otros dos, Ciencia-Ficción y Fantasía, como géneros literarios, pueden por supuesto adoptar una forma mítica -El Señor de los Anillos o su "adaptación" Star Wars- lo que no quiere decir que cualquier relato de estos sea inmediatamente un mito, por supuesto.

Y, como esperamos que ya haya descubierto el profesor con la lectura de nuestro reciente ensayito: si, en los superhéroes también hay Mitos.

   

Concluimos ya, tiempo tendremos de continuar el debate una vez hayamos leído por completo nosotros el libro y el profesor nuestra ponencia del pasado congreso, pero no sin recomendarle que se aplique la condición por el mismo expresada de, en el estudio de los Mitos -y cualesquiera otro- dejar primero de lado los prejuicios. 

En nuestra experiencia, la mejor manera para desentrañar el significado último de los mitos es comprender primero que los que fundan nuestra cultura, los Mitos Judeo-Cristianos, son eso, relatos que nunca han ocurrido históricamente. 


 De Sir James Frazer a esta parte, doctos estudiosos han identificado todos los mitemas de los textos evangélicos y, por supuesto, no hay ninguno original que no tenga antecedente en culturas anteriores.
 
Nadie que crea que Zeus y Prometeo son personajes históricos va a poder comprender nunca el significado último de sus relatos. 

 Los Mitos son un dionisiaco vino que, renovándose constantemente -como apuntó Campbell siempre requiere odres nuevos. Los viejos, los reventará.

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