Me cuesta mucho criticar una serie sobre Materia Artúrica que arrancó con una premisa tan original, pero me temo de los guiones de Guillen -autor de Wicked & The Divine, que un amigo describió magistralmente como "Sandman de garrafón"- no puedo hacer muchos halagos.
Concluyendo su segundo año la serie ha caído en el recurso del "MONSTRUO DEL MES", donde sistemáticamente aparece una nueva criatura/caballero/amenaza mágica-mítica de la que los protagonistas han de huir corriendo combatíendolos siempre a tiros con las armas de la abuelita misteriosa.
En este tomo, hasta aparece un bicho basado en Medusa, a cuenta de que los romanos llegaron a Britania.
Diversos monarcas y sus cortes, hadas que -como sucede ahora- son más amenazadoras que otra cosa, Sir Ivain y su león y Robin Hood.
Es lo que tenemos en unos cómics que, obviamente, solo existen con la intención de que la serie sea opcionada por televisión. Si eso llegase a ocurrir, mucho curro tendrán por delante sus guionistas para añadir algo de sustancia si quieren pasar de la primera temporada!
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