LA OVEJA SAMURAI. LA SENDA DEL TATUADOR: ¡A USAGI YOJIMBO LE HA SALIDO COMPETENCIA EN ESPAÑA!

Deleitados de reseñar por primera vez una novedad de Grafito Editorial, uno de los pequeños nuevos sellos que más y mejores cómics y autores ha publicado en estos últimos años. 

Recomiendo que repaséis su variado catálogo y descubriréis obras de autores nacionales que os darán verdaderas razones para apoyar el cómic patrio.

Guionizado por Santiago Girón, un autor de larga trayectoria y creador de la saga Tartessos, otro cómic que, tras degustar este, deseamos aún más leer. 

Confiesan en los extras que la parte final del argumento es una colaboración con el dibujante, como idealmente debe suceder en los buenos equipos creativos.

La Oveja ya ha disfrutado de anteriores aventuras pero ahora regresa a todo color en un álbum de tapa dura y mayor tamaño, más que necesario para disfrutar propiamente del detallado dibujo, solo comparable al de Arthur Adams o Nick Bradshaw para el mercado americano.

Ambientada en el Japón feudal y protagonizada por animales antropomórficos que nos recuerdan a cosas tan geniales como Kung-Fu Panda o el mencionado Usagi, el viaje de los protagonistas que os detalla el vídeo promocional da para docenas de ambientes, personajes y cómicas situaciones a lo largo y ancho del país. Muy bien documentado, sin duda.

Ahora, con el permiso de mi compañero Girón, tengo que confesar que el descubrimiento del dibujo de Fran Carmona es lo que me ha dejado con la boca abierta. 

No solo por el detalle, sino el cuidado de la ambientación, el diseño de personajes y ese estilo cartoon europeo que de "línea clara" no tiene nada. No son páginas, son posters con los que dan ganas de empapelar un gran salón.

Y no dejemos de destacar el magnífico trabajo de color de Puzi.
 

Si me ha despistado un tanto los cambios de tonos del guion, que oscilan del supuesto tono juvenil al que remite la parte gráfica a otros chistes o referencias bastante más adultas que deberían haberse omitido si se enfoca la obra hacia ese primer público. O viceversa. 

 Pero eso no quita para que los lectores vayan a disfrutar, como yo mismo de todas y cada una de las páginas y no cabe más que felicitar a los autores y desearles el mayor de los éxitos, celebrando que desde Almería nos lleguen obras como estas que, en cualquier otro mercado, encumbrarían a la fama y el dinero a sus autores.

Ocurra o no, lo merecen. ¡De momento, corran a agotar la edición!