miércoles, 3 de noviembre de 2021

UN ESPÍRITU BURLÓN: NO ES PARA MORIRSE DE RISA

Remake de una producción de 1945 que a su vez adaptaba una exitosa obra de teatro de la época, como se puede deducir rápidamente por lo limitado de los escenarios en que transcurre la acción.
Un escritor de novelas de misterio sufre un bloqueo creativo cuando le piden adaptar su última novela para el cine -siendo su suegro el productor-. 

Tras una sesión de espiritismo en casa con una medium de dudoso prestigio, el retornado espíritu de su ex-esposa descubre la razón: era ella la que le daba todas las ideas, personajes y diálogos de las novelas.
 
El fantasma se empeñará en librarse de la segunda esposa o incluso, convencida de que no puede volver, llevarse al marido al otro mundo con ella.
A pesar de contar con grandes actores y actrices, como Judy Dench o Dan "Legion" Stevens la verdad es que, para tratarse de una comedia, la película es un fallo enorme, total, absoluto, ni nos arrancó una sola carcajada, ni se escuchó alguna otra en la sala. 
 
Duele ver a tan grandes actores atrapados en una película que no saca ningún brillo a sus capacidades.
Si al fantasma de la versión original se molestaron en pintarlo de verde en los fotogramas, a este no le dan efecto alguno, con lo cual solo está ahí, como un actor más. 
 
Los trucos que hace para asustar no son ni medianamente originales ni causan hilaridad, y para ser una versión actual se podría haber intentado algo menos "teatral".
Por sacarle alguna virtud, solo la ambientación en los años treinta y la propia trama del escritor frustrado tienen algo de interés, pero para eso no hace falta fantasma. 

 Una película que invita a dejar que los clásicos y los muertos DESCANSEN EN PAZ.

 

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