FREE GUY: EL SENTIDO DE LA VIDA ENCERRADO EN UN VIDEOJUEGO

Genial mezcla de THE MATRIX -¡la original!- con READY PLAYER ONE y EL DÍA DE LA MARMOTA, esta película hereda de todas -así como de la propia estructura iniciática de los videojuegos- una profundas reflexiones. 

¡No se asusten, es todo un desmadre espectacular en tono de comedia desmadrada como nos tiene acostumbrados Reynolds! Y sin embargo, da que pensar.

 

Taika Waikiki da vida a un egomaniaco creador de videojuegos que ha transformado las ideas de un par de sus desarrolladores en un simple juego "DE TIROS" al estilo FORTNITE. 

Con la ayuda de su ex-compañero desde dentro de la compañía la diseñadora intentará obtener las pruebas convirtiéndose en jugadora dentro de su juego, en donde dichas claves están escondidas, probando el plagio si las descubre.

   

Pero pronto se encuentra que su invención ha ido más allá: sus algoritmos hacen que los PERSONAJES NO JUGABLES, esos que aparecen con repetitivas frases hechas en cada videojuego como mera ambientación, cobren conciencia de si y evolucionen.

       

Ryan Reynolds interpreta al primero de ellos: un empleado de Banca que se despierta todos los días y va al trabajo donde los jugadores de turno atracan su banco y matan a los personajes con el mero objeto de conseguir puntos. 

Cuando la jugadora/diseñadora lo descubra, la importancia de "rescatar" su juego sera mucho mayor: han creado la primera inteligencia artificial...¡y el malvado propietario planea destruirlo todo para esconder su robo!

        

No faltan por tanto las críticas a las corporaciones desalmadas y el tipo de trabajo que ofrecen, así como a la propia cultura -VIDA- virtual a la que las nuevas tecnologías nos condenan, la violencia y sin sentido implícita -reconozcámolos- en los juegos más populares y los secretos -no siempre, ay, salvadores- que estos pueden llegar a encerrar tanto los juegos como la propia "doble vida virtual" que ahora todos llevamos.

       

Y es que -y aquí ya nos ponemos profundos-, si un simple PNJ merece una posteridad más allá de su mundo sin sentido por cobrar conciencia...¡cuanto no más lo merecerá una persona real de carne y hueso! 

Así que la genialidad de la película es hacer TEOLOGÍA con videojuegos de disparos: Si hay conciencia, hay alguien detrás que la ha creado. 

¡Esa no se la esperaban los gamers!