VALHALLA RISING: UN VIAJE A LAS PROFUNDIDADES DE HELHEIM

Esclavizado como luchador de combates a muerte, el tuerto llamado Un Ojo es un misterioso y taciturno -mudo- personaje tuerto perteneciente al mundo pagano de los vikingos, que logrará su libertad al comienzo de la película. 

Acompañado del hijo pequeño de su anterior amo -que le hace de intérprete- iniciará un peregrinaje en busca de sus misteriosos orígenes.

 

Por el camino se unirá a un pequeño grupo de cristianos que quieren viajar por mar a Tierra Santa. 

Pero una misteriosa niebla envolverá su barca y el trayecto desembocará en una tierra desconocida e...infernal.

Película eminentemente visual cuyo mayor aliciente es la fotografía del norte de Gran Bretaña -donde suponemos se ubica la acción- y la evocación de paisajes antiguos, míticos, salvajes.

   

La idea es original pero la manera en que se resuelve y articula no será del agrado de grandes públicos.

El misterioso personaje parece ser más McGuffin que otra cosa en una historia que pretende retratar los peligros del fanatismo religioso y el lado oscuro de los humanos.