Nuevas aventuras de este personaje que, como los niños traviesos, encuentra la manera de meterse en todos los sitios pringosos o malolientes, en este caso.
En este caso ella y sus amigos tendrán que combatir las flatulencias de su amigo el dinosaurio tragón.
Serios problemas de dispesia que, de paso, enseñan a los niños a familiarizarse con los procesos biológicos y la higiene también, afortunadamente.
Una pandilla disfrazada que nos recuerda los Niños Perdidos de Peter Pan o a los personajes de los cuentos de Roald Dahl.
¡Y reconózcanlo, los chistes de pedos siguen siendo los favoritos de los niños durante buena parte de su infancia!
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