¡Mira que los Archivos Vola lo tenían difícil para superarse! La única manera podía ser con más autores y con temas aún más populares, en este caso, los Vampiros, en literatura, cine y televisión.
Frank G. Rubio, a la sazón editor de la línea, se centra en un amplio pero variado y siempre enriquecedor ensayo sobre el cine de vampiros, arrancando con las primeras menciones sobre sus mitos en libros no precisamente de literatura.
El estudio de las primeras apariciones de estas criaturas en las pantallas, abarca unos primeros intentos muchas veces ya perdidos, y otras afortunadamente recuperados, como el Nosferatu de Murnau, una película que, acorde con el libro que adapta, fue realizada por creadores íntimamente ligados al mundo esotérico.
Las versiones de Ciencia-Ficción del mito vampirico también son recogidas, como esa Queen Of Blood que tanta influencia tendría en Alien, una franquicia que en su última entrega volvería a homenajear a un Drácula esta vez cibernético y encarnado por el personaje de Fassbender, cerrando así el círculo.
Y por supuesto no puede faltar el icónico Christopher Lee, que sin duda se lleva muchos más halagos que el intento de Coppola por adaptar "fielmente" a Bram Stocker.
Frank incluso alcanza a evaluar la reciente y libre miniserie de la BBC que tantas sorpresas, buenas y malas, nos ha deparado.
A continuación Rosemary Thorne se ocupa de las mujeres vampiras, desde la histórica Condesa Bathory y sus sádicos sacrificios de doncellas para mantener su juventud a la literaria Carmilla, en quien ella ve una versión de la anterior.
Ambas han sido adaptadas a la pantalla con más o menos fidelidad y muy, muy diferentes tonos e intenciones. Estos son quirúrgicamente analizados, intentando dilucidar que es historia, que es leyenda, hasta donde se adapta y hasta donde se inventa.
Jesús Palacios es el encargado de de repasar los contados vampiros de la Literatura Española, que aunque no faltan son más exitosos cuando se adaptan a nuestro propio folklore e idiosincrasia. Ahí están los trabajos de Perucho, Pedraza o Sastre.
Como conclusión y muestra de las sorpresas que uno, por muy especialista que sea, encontrará en el volumen, Iria Barro realiza una interpretación vampírica del film del culto Arrebato, uno de tantos que asimilan la adicción a las drogas con la sed de sangre de los No-Muertos.
Lo dicho: Protéjanse ustedes bebiendo un gazpacho con bien de ajo...¡y a disfrutar de este veranito leyendo este ensayo!
P.S.: Aquí os dejo la reciente presentación del libro en la Semana Negra de Gijón a cargo de Jesús Palacios.
Que interesante
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