miércoles, 13 de noviembre de 2019

VAN GOGH Y JAPÓN

Habiendo visto ya algún documental sobre Van Gogh, uno no se espera poder descubrir este otro aspecto de su obra: su fascinación por el arte japonés, en concreto las imágenes del Mundo Flotante, Ukiyo-e, que llegaban hasta Países Bajos gracias a ser el único país occidental que podía hacer negocios con Japón.


Llegó a adquirir más de 600 de estas impresiones con intención de venderlas, pero luego vio que eran demasiado valiosas, no solo como inspiración para el sino para toda una generación de artistas igualmente cautivados por la especial estética del tan diferente arte asiático.


Los fuerte colores, grandes contornos, figuras planas, retratos de la naturaleza se fueron colando en sus propios dibujos, y en su cabeza se formó una versión idealizada de Japón tal y como lo representaban estos artistas.


Se representó a si mismo como Bonzo, un iluminado Budista e incluyó imágenes de Geishas como fondos en sus retratos.


El documental estudia también el contexto de un Japón que, a la vez que nacía el pintor, se abría por primera vez a otros países del mundo y comenzaba a asimilar a su vez el estilo de vida occidental.


También se describe el proceso de grabado en madera con el que eran creadas las imágenes que tanto furor causaron en Europa a finales del siglo XIX y principios del XX.


Todo ello contado por los mejores expertos en Van Gogh y arte japonés y con preciosas imágenes del País del Sol Naciente.

¡No lo dejen pasar en pantalla grande!

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