Un joven español regresa a su ciudad y, encontrando ya a sus padres muertos y enterrados, toma contacto con una prima y lo que le queda de familia.
Supuestamente ha estado trabajando en Estados Unidos, aunque la versión que el da de ese país es un tanto "Pulp", más concretamente la de las novelas de a duro.
Pronto descubriremos el particular secreto de este personaje, que volverá a desaparecer sin dar explicaciones a lo que le queda de familia.
A partir de ahí la narración revela mediante flashbacks el origen de tan singular "emigrante".
La aventura tiene un regusto a "cine de barrio" y a las más clásicas películas españolas, casi berlanguiana, con sus chachas, sus señoras "negreras", los novios de las muchachas que buscan divertirse como pueden...
Una certera crítica social que nos recuerda los tiempos en que los habitantes de los pueblos tenían que emigrar a la gran ciudad y ponerse a servir -o a hacer lo que pudieran- con tal de no pasar hambre.
Lo mejor, y lo peor, es que esos tiempos tan genialmente recordados, con un dibujo sencillo pero eficaz y con unos textos que se devoran y que sin duda evocarán muchas memorias en todos los lectores a poco mayorcitos que sean, vuelven a estar tristemente de actualidad.
El duro éxodo a la gran y despiadada ciudad tan descarnado como nos lo contó SURCOS, y el no menos duro pero entrañable pueblo que se dejó atrás.
¡¡¡Y CUIDADO CON LOS GATOS NEGROS, que aquí traen más mala suerte que las naranjas en EL PADRINO!!!
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