miércoles, 20 de febrero de 2019

¿PODRÁS PERDONARME ALGÚN DÍA...?

Basada en hecho reales, narra la historia de una escritora lesbiana venida a menos, que en los años 90 y en New York encuentra la manera de ir sobreviviendo -alcoholizada, sola y desempleada- a base de ir vendiendo cartas de personajes famosos que ella misma va redactando imitándolos y, por lo tanto, falsificando.


A sus correrías pronto se une un gay madurito, sin amigos ni hogar que también sobrevive a base de vender droga.

Pronto se forma una extraña amistad entre los dos supervivientes que es la base de lo que se narra.


Sorprendente descubrir a nuestra admirada Melissa McCarthy en este nuevo papel dramático tan alejado de las comedias con las que nos hace desternillarnos.

Aquí da para algunas escenas graciosas, pero la mayor parte de la película sostiene el tono amargo de alguien que se acaba encontrando arrinconado y solo en la vida, sin otro medio de salir adelante que dedicarse a labores ilegales e inmorales, que suelen ser las que más dinero dan.


Richard E. Grant borda el papel de ese gay madurito al que cada día le cuesta más ligar y que sin embargo intenta mantener la fachada de glamour y exhuberancia original para tapar su soledad y sus miserias.


Personajes muy neoyorquinos que nos muestran de manera entretenida pero amarga como el tener talento -para escribir en este caso o para interpretar, tanto da- no sirve de nada en un mundo estructurado para pisotear personas, sobre todo aquellas más vulnerables.

Vayan a verla, pero solo el día que no se sientan depre...

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