Inconsciente de la tensión que genera en su familia y en el servicio por si sola, nuestra enfant terrible favorita no tiene otra idea en esta nueva entrega de sus aventuras que pedirle a su ocupada mamá un hermanito.
Como de primeras no le hacen mucho caso, pronto le encuentra una "lógica" solución: Adoptar un hermanito...¡de entre los niños salvajes que habitan las selvas de Gabokonda!
Con sus ardides pronto convence a su familia para realizar un safari de exploración "botánica" por el lugar, y tanto los niños salvajes como las fieras pronto van a comprobar que no tienen nada que hacer al lado de Astrid, la FIERECILLA SIN DOMAR original.
La jungla que dibuja Parmé aún no ha sido totalmente conquistada por lo políticamente correcto, y nos recuerda a esa mítica África que describía Gila en conferencia con Toledo, o esperaríamos ver asomar detrás de un matorral al "gran cazador blanco" del TBO EUSTAQUIO MORCILLÓN -¡y Babalí!- para un más que interesante cross-over.
¡Y atentos jóvenes creadores y creadoras a las páginas finales, pues con vuestros diálogos y dibujos podéis entrar en un concurso a través de la web de la editorial!
Ahora, que no me imagino que premio puede ser más grande que completar vuestra colección de Astrid con este volumen de aventuras en el África, si no negra, gris muy, muy oscura.
¡Todos a pedirlo a los Reyes Magos -y a Santa Claus, para fastidiar a los de Vox-!
No hay comentarios:
Publicar un comentario